Quien fuera un gran baluarte en la zaga central del Barcelona, Carles Puyol, realizó este miércoles una sorpresiva visita al campo de entrenamiento del equipo mayor y sin proponérselo, se convirtió en el punto de atracción que significó una inyección anímica para los jóvenes jugadores que no la están pasando muy bien en términos de resultados en la presente temporada de LaLiga.
Puyol, quien en su momento fuera una de las principales apuestas del ex entrenador holandés Louis van Gaal, se desprendió de Andorra, donde actualmente reside para visitar la Ciudad Deportiva donde estaba entrenando el plantel azulgrana y aprovechó para saludar a su viejo amigo y compañero de mil batallas, tanto en el equipo como en la selección española, Xavi Hernández, actual responsable técnico del Barcelona.
También pudo alternar con los futbolistas que no han sido convocados por sus respectivas selecciones nacionales para la fecha FIFA, que debe jugarse entre este jueves y el martes próximo. Ello significó un «impulso anímico» importante para que puedan superar el bache de juego y falta de resultados positivos en el que han caído, sobre todo porque se le vienen duelos trascendentales en las próximas fechas. Rayo Vallecano, Porto, Atlético de Madrid y Girona, figuran entre estos rivales.
«Siempre es bueno encontrarte con amigos, con Xavi hemos vivido muchas cosas y estoy muy contento de estar aquí, le veo bien y creo que sabe perfectamente donde está, un club como el Barca que es muy exigente, ahora estamos en un momento difícil, pero estoy seguro que lo va a gestionar y sabrá transmitir la confianza a los jugadores que son los que tienen que tirar del carro y dar la vuelta a la situación», dijo.