Para el economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) en gobiernos del FMLN, Carlos Acevedo, el crecimiento del 3 % en el producto interno bruto (PIB) de El Salvador al segundo trimestre de 2023 ofrece signos de una «dinámica diferente» y optimista en la economía salvadoreña.
Según el experto, la reducción en los índices delincuenciales ha aportado un elemento diferencial y con gran potencial para propulsar las actividades económicas.
«Hay algunos signos que generan cierto optimismo sobre la marcha de la economía en medio de un contexto difícil […] Se empiezan a ver signos de una dinámica diferente. El tema de seguridad ha sido uno de los condicionantes que está generando un entorno más favorable, no solo para los negocios sino para la economía de las familias», apuntó.
«En una treintena de informes, el tema de la inseguridad ciudadana resaltaba como una de las trabas que daban bajo crecimiento a El Salvador. Ese obstáculo básicamente se ha removido. El cambio en el entorno que deriva de la desarticulación de las pandillas es notable», agregó.
A la vez, consideró que el país se encuentra en un proceso de reconstrucción tras los problemas que se produjeron en el último cuarto de siglo, producto, en gran medida, de las malas decisiones de otras administraciones gubernamentales.
«No podemos esperar que cuando han habido problemas estructurales por 25 años, en cuatro años se pase del último lugar al primer lugar. Pero el crecimiento del 3 % significa que hay un punto de inflexión, hay que dejar que el proceso madure, pero creo que el próximo año vamos a tener 3 %, 3.5 %, y probablemente dentro de dos o tres años un 4 %», indicó.
Ayer, el BCR reportó que 17 de las 19 actividades económicas del territorio registraron crecimiento en el segundo trimestre del año. La actividad que lidera esta subida es la construcción con un aumento del 22.8 %, sin embargo, otros rubros relacionados al turismo también han visto un fuerte movimiento gracias a la mejora en la seguridad.
Por otro lado, Acevedo mencionó que este comportamiento positivo en la dinámica económica, sumado a acciones del Gobierno en la administración de pasivos, ha permitido que El Salvador sea visto de una forma más optimista en los mercados.
«Uno de los reflejos es que el riesgo país, que se había llegado a disparar a más del 35 % en julio del año pasado, ahorita anda en menos de 7 %, alrededor del 6 %. Eso refleja una percepción de los mercados internacionales muy positiva sobre la evolución de la situación fiscal en El Salvador», dijo.