La feligresía católica de Villa El Refugio, en Ahuachapán está desarrollando las fiestas patronales de una manera diferente. La iglesia ha decidido hacer alboradas y misas en diferentes comunidades para evitar aglomeraciones y así disminuir los contagios por la COVID-19. Otra de las disposiciones es que no habrá procesiones.
En total visitarán 11 comunidades, donde las personas se organizan para adornar sus calles con globos y gallardetes, un altar en honor a la Virgen de El Refugio, revientan los tradicionales cohetes de vara y finalizan compartiendo un desayuno o refrigerio según el horario en el que lo realicen.
«Como parroquia, desde el año pasado cumplimos las medidas de bioseguridad indicadas por el Ministerio de Salud. Como párroco, he tomado las iniciativas de visitar los barrios, las comunidades. Hay que acercarse a Dios en medio de esta pandemia, primero para protegernos y segundo para que nos ayude a todos aquellos que están contagiados y batallando, así como a los médicos que nos están brindando diferentes servicios», expresó el párroco de la iglesia, Carlos Alejandro González.
Las festividades iniciaron ayer y finalizan al 14 de noviembre.