Han transcurrido más de tres meses de juicio en contra de la estructura que supuestamente dirigía José Adán Salazar Umaña, mejor conocido como Chepe Diablo y en 58 días hábiles de exposición de pruebas destacan ocho principales revelaciones que según la Fiscalía incriminan a los imputados en el delito de lavado de dinero.
La vista pública que el Tribunal Segundo de Sentencia inició el 26 de octubre de 2020 incluye, además, al exalcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa, Sara Paz Martínez Bojórquez, Susana Nohemy Salazar de Cruz y Romelia Guerra Argueta.
La acusación inicial se presentó también contra Wilfredo Guerra Umaña y su esposa Tránsito Ruth Mira de Guerra, así como a Miriam Haydee Salazar de Umaña; hijo, nuera y esposa del exalcalde de Metapán; el otro señalado es José Adán Salazar Martínez, hijo de Chepe Diablo, los cuatro tienen orden de captura tras ser declarados rebeldes por el Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador ya que no se presentaron a la audiencia preliminar.
En la primera revelación que un testigo hizo el 11 de noviembre de 2020, se señaló que el exalcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa, negociaba las transacciones de cocaína en su despacho, en esas declaraciones, el agente de la División Antinarcóticos (DAN) dijo que el testigo con régimen de protección Yerri, le informó sobre una reunión que tuvo con Umaña Samayoa, en la alcaldía de Metapán, para negociar un cargamento de droga, que llegaron unos guatemaltecos «malencarados», con unas camionetas que estacionaron frente a la alcaldía donde harían la negociación.
El 16 del mismo mes, empleados y exempleados de Gumarsal, llegaron a decir el tribunal que el prófugo Wilfredo Guerra, gerente de esa sociedad, les ordenó crear al menos cuatros sociedades como fachada y supuestamente lavar dinero ya que los bancos les habían cerrado las puertas ante la información que los medios de comunicación publicaron sobre una investigación que la Fiscalía hacía por supuesto lavado de dinero.
Dos días después, un investigador de la DAN que investigó el denominado Cartel de Texis, testificó que, en el expediente abierto por orden de la Fiscalía, perfilaron a Chepe Diablo, como el principal cabecilla de la organización y que mientras lo vigilaron por un lapso de dos años, le ubicaron siete hoteles y seis gasolineras en Usulután, La Libertad y Santa Ana.
Otra de las revelaciones hechas por testigos señala que el exfiscal general Luis Martínez, ordenó archivar y desaparecer el expediente de investigación abierto contra Salazar Umaña, el exalcalde metapaneco, Juan Umaña Samayoa y su hijo, Wilfredo Guerra, así como sus negocios, Hotesa y Gumarsal.
INGRESOS POR $108.4 MILLONES
El 9 de diciembre del año pasado una experta que hizo análisis financiero contable dijo que entre los años 2004 al 2016, el Salazar Umaña, tuvo ingresos de $108,427,756. En el peritaje se reveló los ingresos por actividades de servicio, comerciales y utilidades, así como el patrimonio del comerciante el cual tiene excedentes, le detectaron 24 vehículos, 36 inmuebles y 61 productos financieros consistentes en cuentas de ahorro, corrientes, depósitos a plazo, préstamos y tarjetas de crédito.
Otra de las expertas que declaró en el juicio dijo que Chepe Diablo se asoció con el exvicepresidente de la República y secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, para crear el 20 de junio del 2000, Desarrollos Montecristo, calificada por fiscalía como sociedad fachada.