La vida económica en el municipio colombiano de Necoclí, localizado en la región de Urabá en el departamento de Antioquia, ha girado durante años en torno a actividades como el turismo, la pesca, las labores del puerto, la ganadería y la exportación de bananos.
¿Qué ocurre ahora y por qué se están dando algunos cambios?
Un equipo de la Voz de Américaconstató que la masiva llegada de migrantes cubanos, haitianos, africanos y asiáticos que desean llegar a Estados Unidos o Canadá en búsqueda del sueño americano, están representando en este momento una gran oportunidad para la industria hotelera que desde hace años trabaja para consolidarse como un destino turístico de importancia local.
“Este municipio se sostiene de la pesca, la ganadería y la agricultura, aún estamos trabajando para que seamos un municipio turístico. Lo que está sucediendo en Necoclí hoy en día es una economía falsa, porque se está manejando por la migración un turismo que no es sólido porque la migración no ha permitido eso”, explicó a la VOA Víctor Ovalle, presidente del Concejo de Necoclí.
Del peso colombiano al dólar estadounidense
Muchos de los migrantes llegan con dólares estadounidenses, moneda con la que están pagando sus bienes y servicios, en lugar de utilizar el peso colombiano que oficialmente circula en Colombia. Esto ha llevado a un cambio de la moneda local en este pequeño municipio colombiano considerado la perla solitaria del Golfo de Urabá.
“De Ecuador a Colombia 180 dólares, el bus no llega hasta Necoclí, nos ha dejado botados en un espacio donde no hay nadie, nos dejan botados, gracias a Dios (que) nos envió un buen colombiano que nos ha traído hasta acá”, narró a la VOA Jean Pierre, migrante haitiano.
En ese sentido, lo que para muchos habitantes en el pequeño municipio ha representado un incremento en los precios para acceder a varios insumos, para los trabajadores de hoteles y hostales de la zona, la presencia de estos migrantes aporta un gran capital a la economía del pueblo.
“Nos hemos beneficiado gracias a ellos, son ellos quienes están moviendo la economía del municipio», dijo Ana Martínez, gerente de Casa Hotel Necoclí. La emprendedora explicó además que de una capacidad de 11 personas que acogen, la mitad corresponde a migrantes que están de paso por el pueblo.
Actualmente la llegada de migrantes que ingresan diariamente está entre 1.000 y 1.500 personas, un alivio para la industria hotelera, pero que al mismo tiempo para las autoridades colombianas significa un reto en materia sanitaria y migratoria.