Antonio «Tony» Hernández, el hermano de Juan Orlando Hernández (JOH), presidente de Honduras, fue condenado a cadena perpetua «y a 30 años más» por traficar drogas hacia Estados Unidos. La sentencia es especialmente significativa por su dureza y porque demuestra el grado de infiltración del crimen organizado en el Gobierno hondureño.
Durante el proceso judicial, la Fiscalía estadounidense recalcó que Tony Hernández, quien ha sido miembro del Congreso Nacional de Honduras, recibía la protección y bendición de su hermano, el presidente de la república, para sus actividades ilícitas.
JOH ganó una reelección después de que con una torcida interpretación de la Constitución se determinó que sí podía buscar un segundo mandato inmediato. Por solo contemplar esa posibilidad e iniciar un proceso de consulta, Manuel «Mel» Zelaya fue derrocado mediante un golpe de Estado y desterrado a Costa Rica.
JOH no solo obligó a aceptar la reelección, sino que también cometió irregularidades para continuar en el poder. «Ganamos toda la Asamblea, pero en las urnas. No a la fuerza o impidiendo la participación de la oposición, como pasó con el actual presidente de Honduras. Nadie discute que en su primera elección ganó democráticamente, pero luego usó su poder para cambiar el resultado de una elección en la que iba perdiendo, hubo un apagón y milagrosamente terminó ganando», explicó el presidente Nayib Bukele en su discurso del 15 de marzo pasado.
Para la Secretaría de Relaciones Exteriores hondureña, esta expresión del presidente Bukele fue un insulto y la interpretó como la descripción de una «dictadura», ante lo cual envió una «nota verbal» con el reclamo que se conoció el martes, el mismo día que el hermano del presidente JOH era condenado a cadena perpetua.
Que el hermano de un jefe de Estado en ejercicio sea declarado culpable por el tráfico de drogas y sentenciado a pasar lo que le resta de vida tras las rejas es un mensaje especialmente duro para alguien al que solo le faltan meses para entregar el poder que extendió gracias a una dudosa reelección. Durante el proceso judicial contra Tony Hernández, en múltiples ocasiones se señaló que no pudo haber actuado sin que su hermano lo supiera o, en el peor de los casos, estuviera involucrado. En este último escenario, el camino que la defensa podría buscar para reducir la condena de su representado sería ofrecer colaboración. Y esa sería una peor noticia para Juan Orlando Hernández.