Cientos de salvadoreños conmemoraron ayer el Día de los Difuntos y visitaron los cementerios del país para dejar un recuerdo a sus familiares fallecidos.
En los cementerios de San Salvador, los visitantes cumplieron un estricto protocolo de bioseguridad para ingresar a los recintos.
En el cementerio La Bermeja, los visitantes llegaron desde tempranas horas para llevar recuerdos florales a sus familiares.
Algunas de las principales medidas que se verificaron al ingreso fueron el uso de mascarilla, la toma de temperatura, la aplicación de alcohol en gel y se les colocó un brazalete que indicaba la hora de la salida.
Además, todos los asistentes presentaron su cartilla de vacunación con al menos dos dosis y no se permitió el ingreso de menores de 12 años y de embarazadas.
Solo se autorizó el ingreso de tres personas por cada grupo familiar durante 45 minutos para evitar aglomeraciones.
Según informó el director de Desechos Sólidos de la alcaldía de San Salvador, German Muñoz, la comuna capitalina desplegó al personal de salud en los ingresos de los recintos para que aplicaran todas las medidas de bioseguridad.
De igual forma, el personal médico del Ministerio de Salud verificó las car[1]tillas de vacunación anti-COVID-19. Ayer se esperaban unas 10,000 a 12,000 visitas en los cementerios de San Salvador.
Además, más de 150 elementos de la Policía Nacional Civil brindaron seguridad en los alrededores de los cementerios, así como en el interior de estos. Establecieron dispositivos de seguridad en los alrededores de los recintos para controlar el tráfico vehicular, en dicha tarea también colaboraron los gestores de tráfico del Viceministerio de Transporte (VMT).
«Vamos a tener diferentes grupos en los cementerios trabajando por la bioseguridad. Los equipos de Protección Civil están verificando y acompañando las medidas», dijo Muñoz.
Los usuarios evaluaron como excelente el protocolo de bioseguridad aplicado, ya que disminuye el riesgo de los contagios. Rogelio Rivas llegó con su familia al cementerio La Bermeja. Dijo que las medidas de bioseguridad «son importantes» y que se cumplieron con orden.
«Las medidas son las adecuadas, debemos recordar que la COVID-19 sigue aquí», dijo Rivas. De igual forma, en el cementerio La Bermeja se aplicó un estricto protocolo en la zona COVID-19.
Los familiares de los difuntos llevaron arreglos florales y el personal con equipo de protección se encargó de colocarlos en el sepulcro correspondiente.
Luego le tomaban una fotografía para que el familiar conservara un recuerdo. Los visitantes agradecieron el cumplimiento de los protocolos, ya que les permitió conmemorar a sus familiares.
«He venido a enflorar a mi madre quien falleció el año pasado de COVID-19. Ha sido duro porque no pudimos enterrarla, pero quiero agradecerle a la alcaldía de San Salvador porque solidariamente me ayudaron a enterrar a mi madre», dijo Roberto Tomasín.
Por otra parte, los habitantes de Santiago de María, en Usulután, recordaron a sus familiares fallecidos por la COVID-19 en un mural de fotografías, que fue creado por el comité memorias santiagueñas.