La Corte de Cuentas de la República (CCR) encontró desorden administrativo y financiero en las arcas de la alcaldía de Colón, La Libertad, que desde hace 30 años es gobernada por el alcalde y candidato a la reelección del partido ARENA Guillermo González Huezo.
Estos señalamientos están plasmados en el examen especial que la Dirección de Auditoría Dos de la CCR publicó este año, en relación con la ejecución presupuestaria que la municipalidad hizo entre el 1. ° de enero y 31 de diciembre de 2017.
Uno de los señalamientos es que el concejo municipal utilizó fondos públicos para recetarse «bonificaciones, gratificaciones e incentivos» por vacaciones de semana santa y agostinas, por el día del empleado municipal, por celebraciones de fin de año y por varias festividades en el 2017, por un monto de $6,805.00
El examen de la CCR señala que de esos $6,808 solo el alcalde se benefició con $6,355. El resto de los fondos se distribuyeron así: cinco integrantes del concejo municipal recibieron $30.00, en total $150.00, por la celebración del día de la madre, mientras que 12 miembros del concejo recibieron un bono de $25.00 cada uno, $300 en total, el día de su cumpleaños.
La CCR estableció que el concejo municipal violó la Constitución de la República, que en su artículo 207 señala que «los fondos municipales no podrán emplearse en servicios y para provecho de los municipios». Asimismo, determinó que incurrió en una «ilegalidad» en la «autorización» de esos recursos, a los cuales no «tenían derecho por ser funcionarios de elección popular».
Además de eso, el concejo municipal autorizó la erogación $44,726.27 de los fondos públicos para financiar actividades ajenas a su labor institucional. Por ejemplo, entregaron $22.725.17, es decir más de la mitad de ese monto, para el «apoyo a las iglesias de diferentes ideologías» de esa jurisdicción. También gastaron $3,645.34 para la celebración del Día del Maestro, acto realizado en el complejo deportivo de Lourdes, Colón, el 30 de junio de 2017.
El concejo también autorizó el pago por servicios jurídicos a una empresa por un monto de $7,147, sin embargo, la CCR dice que no encontró «evidencia que demuestre el trabajo realizado». La comuna también erogó $1,660.00 para el pago de aguinaldo y bonificaciones del auditor interno, sin embargo, la CCR concluyó que el auditor «no tenía derecho» a estos beneficios por «estar contratado como servicios profesionales y no formar parte de la Carrera Administrativa Municipal»
Deficiencias en las obras
El concejo municipal también ejecutó 13 proyectos con el 75% del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (Fodes), pero no abrió una cuenta bancaria para cada uno, como exige la Ley del Fodes, con la finalidad de llevar un control de los costos.
Uno de esos 13 proyectos fue la construcción de un puente vehicular sobre el río Colón, en el cantón El Capulín, por un monto de $199,993.45, y el recarpeteo con mezcla asfáltica en la Urbanización Campos Verdes 2, por un monto de $185,109.88
Además, los auditores de la CCR encontraron que la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones (UACI) de la municipalidad «no conservó ordenados y debidamente foliados los expedientes de contrataciones de proyectos, observando que este lo realizan a lápiz, y algunas páginas no poseen número correlativo de folio».
La CCR detectó también que la municipalidad diseñó y ejecutó «obras deficientes». Los auditores de la CCR publicaron en el informe de auditoría una fotografía de una calle que fue construida en la Colonia Fátima, pero que un poste del tendido eléctrico no fue removido, por lo tanto, quedó casi en medio de la vía.