El Banco Central de Reserva (BCR) informó que El Salvador terminará 2021 con un crecimiento económico de 9 %, superando así todas las perspectivas previas. No es de extrañarse que el país se recupere de esta forma. Tiene que ver con que el Gobierno del presidente Nayib Bukele empezó a corregir el rumbo con el que ARENA y el FMLN dirigían las finanzas del Estado, además de su excelente manejo de la pandemia, que ha permitido la reactivación de la economía.
De acuerdo con el BCR, el empuje al crecimiento de la economía, que partió de un 6 %, se debe a las estrategias tomadas por el Gobierno para apoyar a los distintos sectores en el marco de la crisis sanitaria (como la entrega de alimentos, bonos, aumento al salario mínimo, subsidio a las empresas), así como a la ejecución de proyectos de inversión en infraestructura, tanto pública como privada, entre los que destacan las carreteras, los pasos a desnivel, el «by-pass» en diferentes zonas del país y los proyectos privados en construcción, logística y otras áreas.
También ha contribuido la eliminación del bloqueo legislativo que mantenían ARENA y el FMLN, que impedían la puesta en marcha de proyectos gubernamentales. Con la llegada de la nueva Asamblea Legislativa se han respaldado proyectos como el financiamiento a las nuevas fases del Plan Control Territorial y otras inversiones. Este nuevo escenario de un contexto político favorable también impulsa las perspectivas de crecimiento.
Además, también ha confluido a favor la recuperación económica de los principales socios comerciales. Esto, sin embargo, es complementario a la situación nacional. Si no tuviéramos las condiciones actuales de manejo de la pandemia, un acelerado proceso de vacunación y una atención de los pacientes desde los momentos iniciales, la economía no habría podido responder a la demanda internacional.
Por esta razón, julio acaba de desplazar a marzo como el mes con el récord histórico en exportaciones, lo que evidencia la franca recuperación del aparato productivo nacional. El motor de la exportación está en la industria manufacturera y en la maquila, con un 77 % y 19 % de los $593.5 millones en mercaderías enviadas al extranjero.
El Ministerio de Hacienda también reportó un aumento en la creación de empresas, otro indicador de la saludable condición de la economía salvadoreña.
Todas estas, sin duda, son excelentes noticias para un país que tardó décadas en superar los esquemas empobrecedores impuestos por los partidos tradicionales, ahora reducidos a expresiones marginales de los otrora grupos de poder