En los países de América Latina son muy conocidas, y esperadas, las fiestas de 15 años. Las jovencitas, con frecuencia, sueñan con su vestido y cómo será la fiesta, incluso con mucho tiempo de anticipación.
Se cree que la costumbre se remonta a la época precolombina en Guatemala y México donde se celebraban ritos para anunciar la entrada de las niñas a la vida adulta.
En el caso de las pomposas celebraciones de la graduación de bachiller en Estados Unidos, conocidas como ‘prom’, la tradición nos lleva a casi siglo y medio atrás.
El baile de graduación de secundaria se ha convertido en uno de los eventos que quedan guardados por siempre en la memoria de cualquier adolescente, porque más que una fiesta cualquiera, marca el logro de una importante etapa de vida.
Y en la actualidad, ambas forman parte de una tradición que fusiona la creciente cultura latina con la estadounidense y se unen para darle empuje a la millonaria industria de la moda para fiestas de adolescentes. Tanto así que cada año, en la ciudad de Atlanta, Georgia, se celebra el evento nacional de moda y exhibición de las tendencias para los vestidos y accesorios de esa ‘noche especial’.
Son pisos llenos de exhibiciones y desfiles, con mucho glamour y brillo que, por el lapso de una semana, albergan a esta millonaria industria que maneja alrededor de 14.200 millones de dólares cada año, según el portal Market Research Future.
«Por supuesto, la pandemia dañó a la industria… dañó al mundo, pero ahora se está recuperando y la gente está emocionada, los niños están regresando a las escuelas nuevamente, las tiendas están gastando dinero… ¡hemos estado llenos hasta los domingos!», dice Steve Lang, experto en mercadeo y director ejecutivo de una reconocida marca de vestidos para fiestas de 15 años y graduaciones.
Y ya sea por un evento y otro, o ambos, los hispanos en Estados Unidos sobresalen como uno de los principales consumidores. «Creo que el mercado latino, en un 90 % son para los quince años. Centroamérica es el mercado más grande para 15 años, especialmente México», comenta Carlos Abella, vendedor especializado en fiestas de quinceañeras.
Cada año, las escuelas planifican bailes de graduación para las diversas clases: primer año de secundaria (freshman), segundo (sophomore), tercero (junior) y cuarto año (senior). Si bien todas son relevantes en la vida de los adolescentes, el baile de graduación es el más grande de todos.
¿Qué hay en tendencia este 2023? En pocas palabras: belleza.
Pero también seguridad y exageración… «Definitivamente veo chicas a las que les gusta ir más ‘exageradas’ después de la pandemia. Todo el mundo quiere su propia… como identificación y presumir y sentirse cómodos con quienes son. Creemos que es algo muy positivo», apunta la diseñadora de moda Evelyn Chia.
Para Lang, «nunca ha sido hacer el vestido más barato, sino el de mejor valor y eso significa estilo, precio, construcción, calidad… y cuando pones todo junto, la gente dice: ‘Tengo que comprarlo». Y según la ejecutiva de ventas, experta en fiestas de graduación, Heidy Sulpher, «las redes sociales han hecho una gran diferencia en los últimos años. Las niñas van con la foto del vestido a las tiendas y dicen: ‘¡quiero este vestido!».
¿Y qué decimos del precio? Las tiendas especializadas lucen sus modelos desde los 200 ó 300 dólares… y el tope, es el que dicte el bolsillo del consumidor.