Unos 60 gendarmes y 30 manifestantes resultaron heridos este sábado en violentos enfrentamientos en el centro-oeste de Francia durante una protesta contra el «acaparamiento de agua» por una reserva destinada al riego.
La concentración, que había sido prohibida, tuvo lugar en la localidad de Sainte-Oline, en la región de Poitou-Charentes, unos 400 km al suroeste de París, y contó con 4.000 participantes, según las autoridades, y 7.000 según los organizadores.
«61 gendarmes fueron heridos, 22 gravemente», informó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en un tuit. Esta cifra «demuestra que no era una manifestación pacífica sino una concentración muy violenta», agregó.
Entre los manifestantes heridos, diez fueron atendidos por los bomberos y tres fueron hospitalizados, según el colectivo «Balsas No gracias», que rechaza el «acaparamiento de agua» en «balsas de riego» al servicio de la «agroindustria».
El colectivo reúne a asociaciones ambientalistas, organizaciones sindicales y grupos anticapitalistas.
Entre los participantes había familias y muchos jubilados, así como varios cientos de personas con los rostros tapados.
Tras la dispersión, seis personas fueron detenidas, informaron las autoridades.
Unos 1.500 gendarmes fueron desplegados, pero tuvieron dificultades para contener a la multitud en una extensión de varias hectáreas entre campos de cereales.
Un grupo de activistas logró forzar las rejas que protegen las obras impugnadas, pero fueron repelidos, informó un reportero de la AFP.
Tras un enfrentamiento de cerca de una hora, los manifestantes regresaron a un campo prestado por un agricultor cerca de la obra, una balsa de riego que podrá almacenar hasta 650.000 m3 de agua (el equivalente a 260 piscinas olímpicas).
El lugar se ha convertido en el nuevo epicentro de un conflicto por el uso del agua, cada vez más escasa a causa del calentamiento global.
Sainte-Soline es la segunda reserva de un proyecto de 16 balsas de riego elaborado por un grupo de 400 agricultores para «reducir en un 70% las extracciones [de agua] en verano».
En esta región francesa aún hay restricciones de riego impuestas tras una fuerte sequía estival.
Esas reservas son cráteres a cielo abierto y están recubiertas por una lona de plástico. Se rellenan en invierno mediante el bombeo de agua de la capa freática superficial.