El presidente Nayib Bukele se convirtió en el primer mandatario del mundo en recibir al elenco de la película «Sound of Freedom» y luego firmaron una carta de compromiso para trabajar como Gobierno en la erradicación de las redes de trata de niños y adolescentes, el tema que denuncia esta producción cinematográfica.
El mandatario suscribió la carta de intención con el productor y actor de «Sound of Freedom», Eduardo Verástegui, quien afirmó que el gobernante es un ejemplo a escala internacional.
«Que estemos aquí en El Salvador no es un accidente, es un evento histórico. Además, usted, presidente Nayib Bukele, es un referente, lo que ha hecho en este país es maravilloso, es excelente, es un ejemplo a escala mundial», le dijo Verástegui al presidente Bukele.
En efecto, se trata de una acción consecuente con el plan de gobierno del presidente Bukele, que siempre ha priorizado la defensa de los derechos y la vida de los ciudadanos y que, en este caso, se trata de la vida de personas vulnerables.
«Los que tenemos familia, hijos, sobrinos, nietos o amigos sí queremos velar por los derechos humanos de los niños y de las personas honradas», expresó el mandatario salvadoreño.
Grandes poderes internacionales, como gobiernos o las poderosas ONG financiadas por multimillonarios como George Soros, han hecho campaña en contra de esta película. A través de los grandes estudios de Hollywood ha habido un boicot de esta producción, que se ha convertido en una declaración de intenciones para erradicar este flagelo de la humanidad.
El liberalismo que domina buena parte de la sociedad estadounidense ha visto con malos ojos esta película y ha tratado de reducir su impacto, lo que no ha logrado, pues hay un enorme interés que se ha reflejado en la taquilla.
La película narra la historia de Tim Ballard, un exagente de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que renunció a su trabajo para dedicarse a salvar la vida de cientos de niños y adolescentes víctimas del tráfico de personas y rescatarlos de una red de pedófilos. También describe cómo las élites se roban a los niños para fines científicos.
En El Salvador hay un firme compromiso de parte del Gobierno del presidente Bukele para combatir con toda la dureza de la ley a estas redes de criminales que intentan socavar la sociedad salvadoreña.