Sorprende la historia de uno de los países más pequeños del mundo, que por más de 30 años estuvo bajo el asedio de grupos criminales, los cuales les quitaron la tranquilidad y libertad a los ciudadanos, quienes eran sometidos a diario sin que los gobiernos del pasado hicieran nada por frenar la situación; al contrario, pactaron con estos grupos para obtener beneficios electorales.
El Salvador fue considerado el más violento a escala mundial, se llegó al punto de perder la sensibilidad de lo que estaba sucediendo, miles de familias sufrían a diario los estragos de este embate, que tuvo como origen las masivas deportaciones de Estados Unidos en los años noventa, sumado a la nula labor de los gobiernos en turno en el tratamiento y prevención de la violencia.
Nuestro pueblo anhelaba un cambio y, a semejanza del pueblo de Israel, Dios escuchó su clamor. Con la llegada del presidente Nayib Bukele y las estrategias de seguridad que ha implementado a lo largo de casi cuatro años, las cuales hemos acompañado desde la Asamblea Legislativa, nuestro país ha dado un giro para bien. Hoy las familias pueden circular libremente sin temor a ser víctimas de violencia, robos o incluso a perder la vida. Sin duda, son tiempos de bonanza para un pueblo que derramó lágrimas de sangre, donde padres que perdieron a sus hijos, comerciantes que vieron quebrar sus negocios por la extorsión, familias que dejaron sus casas y tuvieron que huir por las amenazas, ahora pueden vivir de forma segura.
Lucha frontal
El presidente Nayib Bukele ha realizado una lucha frontal contra los grupos criminales, registrando cifras de más de 65,000 capturados desde que comenzó el régimen de excepción en marzo de 2022; esta medida ha permitido una sostenida disminución de homicidios, esto lo demuestran diferentes sondeos en lo que se destaca el amplio respaldo a las estrategias del Gobierno en pro del bienestar de la población.
Las medidas de seguridad han alcanzado niveles históricos, lo que permite que la economía se dinamice atrayendo inversión extranjera y promoviendo el emprendimiento local, lo que se traduce en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Se contabilizan 12 meses del régimen de excepción donde se han registrado más de 220 días sin homicidios, un hecho sin precedentes, algo que antes era imposible. La violencia se había normalizado, El Salvador era noticia por la criminalidad y la escalada de la violencia que se vivía, pero hoy es catalogado como el país más seguro de Latinoamérica gracias al Plan Control Territorial y al régimen de excepción, un ejemplo de estudio para otros países, un modelo de seguridad objeto de réplica por los buenos resultados que se han obtenido.
La seguridad es la columna vertebral de la que se desprenden otros temas, como la educación, salud, economía, entre otros, todo coadyuva al desarrollo del país y a la dinamización de la economía. Como país estamos trabajando los cimientos, apostándole a esta y las nuevas generaciones para el rescate de principios y valores, dignificando la vida de los salvadoreños, ya que la fuerza de un país reside en su gente; por eso, se necesita del apoyo de toda la población para que los cambios sean sostenibles.
La ruta correcta
El Salvador va en la ruta correcta, así como lo hicieron en su momento grandes potencias que se levantaron de los escombros, como es el caso de Japón o Singapur, que se convirtieron en un referente asiático en el tema de desarrollo. Estos países fueron visionarios y tomaron decisiones en el momento correcto, ahora sirven como un modelo a seguir para países como el nuestro.
Somos el país en el que nadie creía, el país insignificante que se doblegaba ante todos, aquel país que en lugar de ir para adelante retrocedía, pero ahora somos una tierra de oportunidades con gente que ha vuelto a creer que juntos podemos hacer mejor las cosas, un país que está saliendo del anonimato y que cada vez más el nombre de El Salvador hace eco a escala internacional. Como diputado y como nueva Asamblea Legislativa seguiremos trabajando de manera articulada con el Gobierno del presidente Nayib Bukele para resguardar la vida del pueblo salvadoreño.