El martes pasado, durante la entrevista Frente a Frente, de Telecorporación Salvadoreña (TCS), Érick Salguero, presidente de ARENA, aseguró que los $10 millones donados por el Gobierno de Taiwán para atender a las víctimas de los terremotos de 2001, que terminaron en cuentas del partido y por los que se procesó penalmente al expresidente Francisco Flores eran «fondos privados» y que «fueron gastados de forma privada».
Sobre esta afirmación hay al menos dos observaciones importantes. El dinero procedía de un Gobierno o potencia extranjera; por lo tanto, no eran «fondos privados». En segundo lugar, un partido político como ARENA, que en ese momento estaba en el poder, no es un «privado», y esos millones de dólares no se gastaron de forma privada, sino que se utilizaron para que ese instituto continuara gobernando por medio de Antonio Saca.
A estas alturas no se puede justificar la corrupción de un partido político que comprometía la política internacional del Estado salvadoreño —apoyar a Taiwán ante las instancias internacionales y votar cada año a su favor para que fuera incorporado en la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— con acciones de «privados».
Taiwán mantuvo esta estrategia, conocida internacionalmente como la «diplomacia del dólar», para garantizar a sus aliados internacionales, países que recibían diversos tipos de cooperación. Pero esta maniobra también tuvo un lado oscuro. Entregar fondos directamente a presidentes llevó a la cárcel a gobernantes centroamericanos como Alfonso Portillo, en Guatemala, y a Rafael Ángel Calderón, en Costa Rica, además del corruptor de ambos, Chen Shui-bian. Incluso el FMLN recibió ese apoyo partidario, que transformó en programas gubernamentales en sus dos administraciones (el programa de radio de Mauricio Funes y el festival «del buen vivir» de Salvador Sánchez Cerén) para tratar de ganar apoyo ciudadano.
Sin embargo, la postura de Taiwán fue que eran fondos para ayudar a las familias damnificadas por los terremotos. Se ofreció construir un parque memorial en la colonia Las Colinas para honrar a las víctimas, pero el dinero nunca llegó porque ARENA lo utilizó para la campaña electoral de su candidato. El expresidente Flores no fue exonerado, ya que el proceso judicial terminó con su fallecimiento, pero no así la responsabilidad civil, por lo que ahora el Estado busca, por medio de la extinción de dominio, recuperar parte de los fondos extraídos ilegalmente.
La confesión de Salguero abre otra posibilidad: procesar a ARENA por recibir fondos de un Gobierno extranjero, algo expresamente prohibido por la Ley de Partidos Políticos.