Delito cibernético: es toda aquella acción antijurídica que se realiza en el entorno digital o de internet. Los delincuentes se han expandido a esta dimensión, usan el anonimato y roban identidades de las mismas redes sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp y otras para cometer sus estafas.
En la legislación salvadoreña no existe claramente una tipificación del delito de estafa cibernética, que persiga a estos criminales que a veces ni siquiera son de nuestro país. Agrava el hecho de que la comunicación en las redes sociales es global, por lo que tendría que haber un ordenamiento jurídico que incluya tratados y convenciones internacionales, pues cómo se procesará penalmente a un fulano que te estafó desde Europa o Estados Unidos. Considero que la tecnología ha avanzado demasiado y la legislación global aún está en pañales, por eso, día con día, conocemos historias de personas que han sido víctimas de estos delincuentes cibernéticos.
El delito de estafa en el Código Penal salvadoreño en el artículo 215 establece: «El que obtuviere para sí o para otro un provecho injusto en perjuicio ajeno, mediante ardid o cualquier otro medio de engañar o sorprender la buena fe, será sancionado con prisión de dos a cinco años si la defraudación fuere mayor de doscientos colones [ún habla de colones]». El artículo 216 también señala que la estafa agravada que será sancionada con prisión de cinco a ocho años, y el numeral cinco, que es el que más se aproxima a este caso, establece que cuando se realizare manipulación que interfiera el resultado de un procesamiento o transmisión informática de datos. En este sentido, de forma oculta, podríamos interpretar este caso que encaja en el delito de estafa cibernética, en el que hubo un engaño para obtener dinero de forma ilegal. Esta tipificación se queda a medias.
Sin embargo, la mayoría de estos casos termina en la impunidad, ni siquiera existe un control en los reportes policiales, aunque en la práctica son comunes.
Cómo detectar cuando eres blanco de un estafador en redes sociales: llegará a ti diciendo que se ha impactado con tus fotos y empezará a enamorarte; luego ofrecerá regalos caros que quiere enviarte, posiblemente te pida tu número de WhatsApp para seguir la etapa del enamoramiento y ganarse tu confianza para que le des tu información personal. Una vez sienta que te tiene en sus manos, te enviará el regalo y te dirá que te llegará en tres días. Al tercer día se comunicará contigo alguien de una empresa falsa de encomiendas y te dirá que tienes que pagar un costo por el envío, que está detenido en alguna aduana. Ahí estás a punto de ser víctima de una estafa.
Consejos: no des información personal a nadie y no confíes en gente que no conoces. El estafador te estudia antes de atacarte, pero primero se gana tu confianza.