La estrategia de seguridad que implementa el gobierno para combatir a las pandillas ha generado una reducción muy significativa en la atención de víctimas que resultaron lesionadas por armas de fuego a consecuencia del accionar de grupos terroristas.
El clima de seguridad ha beneficiado a instituciones como Cruz Roja Salvadoreña que tiene 138 años de operar en El Salvador, cuyos socorristas y personal médico actúan oportunamente para atender emergencias y en el desarrollo de programas de atención ciudadana, según explicó el director general, Rigoberto Hernández.
«Creo que por todo lo que conocemos en las noticias es un hecho (…) solo veamos el índice de personas asesinadas que ha disminuido muy significativamente y eso para el país es muy valioso, muy importante», comentó Hernández.
Al consultarle si considera que, dadas estas condiciones, existe menor exposición del personal que ingresa por emergencias a zonas que eran catalogadas peligrosas opinó que «Ciertamente creo que sí, hay mayor accesibilidad. En algún proyecto que estamos ejecutando en la zona de occidente había que buscar alternativas para poder ingresar, ahora lo hacemos con relativa facilidad».
Agregó que este clima le permite a la institución desarrollar con tranquilidad proyectos que tienen un componente social, como las clínicas donde cada año son atendidas un estimado de 90,000 personas.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsal), las atenciones hospitalarias a lesionados con arma de fuego se redujeron un 80 % al cierre de 2022, con lo que el sistema de salud se ahorró más de $29 millones.
Hernández explicó que, a pesar de la marcada reducción en atenciones por este tipo de emergencias, la institución se mantiene atenta para acudir al llamado de la población; no obstante, también centran esfuerzos para desarrollar su plan estratégico que cubre otras áreas de atención como por desastres naturales y ejecución de planes contingenciales en períodos vacacionales como Semana Santa, la labor que realiza con los bancos de sangre para apoyar el sistema hospitalario.
A raíz de los alarmantes índices de criminalidad que sufrió el país en 2015, la institución incluyó el servicio de atención a víctimas de la violencia que estaba orientado en dos áreas: una relacionada con la resiliencia y otra con la orientación jurídica. Actualmente brindan apoyo psicosocial y psicológico.
«Somos auxiliares del poder público en temas humanitarios, significa que vamos, hacemos y apoyamos todo lo que el gobierno necesite y donde le haga falta atender a las personas», comentó.
Las alertas que la institución recibía para la recuperación de cadáveres de ríos y quebradas también se redujeron, no obstante, el apoyo que han brindado ha sido de personas que se han accidentado en pozos.
Cruz Roja Salvadoreña cuenta con 2,000 voluntarios y 60 seccionales para dar cobertura en todo el país.