Un fin de semana negro que registró 76 homicidios provocó que la noche del 26 marzo de 2022 y la madrugada del 27 del mismo mes, las autoridades tomarán medidas drásticas para combatir a las pandillas y frenar la ola de violencia.
Fue así que durante la noche del 26 el presidente de la república Nayib Bukele, tras reunirse con el Gabinete de Seguridad Ampliado, solicitó a los diputados de la Asamblea Legislativa celebrar una sesión extraordinaria para aprobar el decreto del régimen de excepción.
Dos años han pasado desde la madrugada de ese 27 de marzo, y la efectividad del régimen de excepción se ve reflejada en los 472 días con cero homicidios alcanzados durante la implementación de la medida de seguridad, que además ha permitido encarcelar a más de 76,000 pandilleros.
El régimen rindió rápidamente frutos, para el 29 de marzo las autoridades ya registraban el primer día sin muertes a causa de la violencia a escala nacional gracias, en gran medida, a la cantidad de pandilleros capturados, en tan solo dos días.
Para el 5 de julio del 2022, tras 101 días de régimen de excepción, las autoridades reportaban 50 días con cero homicidios.
73 días después, el 16 de septiembre se alcanzaron 100 días sin asesinatos durante el régimen de excepción. La medida excepcional logró que el 2022 se convirtiera en el año más seguro de la historia de El Salvador, en ese momento.
Ese año, el promedio diario de homicidios fue de 1.35 y la tasa anual se redujo a 7.8 por cada 100,000 habitantes. Además, se registraron 176 días con cero crímenes contra la vida.
Casi un año después de la aprobación del régimen, el 8 de marzo de 2023, las autoridades lograron 200 días sin asesinatos, y la medida era avalada por más del 80 por ciento de salvadoreños consultados por diversas casas encuestadoras. Para el caso, personas de zonas rurales y obreros asignaron nota de 8.02 y 7.97 a la medida, en tanto el segmento universitario dio 7.31, según encuesta de la UCA (marzo 2023). Aunque, «de manera general, el 85.6 % de la población aprueba la implementación del régimen de excepción (FundaUngo, encuesta coyuntural, marzo 2023)».
Para el 19 de julio de 2023, el régimen de excepción, que llegó a potenciar las acciones del Plan Control Territorial, alcanzó los 300 días sin muertes a causa de la violencia, hasta esa fecha, durante toda la gestión del presidente, Nayib Bukele, El Salvador sumaba 408 días sin homicidios.
Hasta esa fecha, las estadísticas señalaban que, a través de la medida de seguridad, el año 2022 acumuló 162 días libres de violencia homicida y otras 138 jornadas fueron alcanzadas entre el 1° de enero y el 19 de julio de 2023, para totalizar 300 en todo el régimen.
La medida de seguridad siguió dando frutos durante el 2023, para el 24 de diciembre, las autoridades lograron 400 días sin asesinatos. Ese año cerró con 247 días con cero homicidios. Todo un récord. Y según, un estudio de «evaluación ciudadana», del 2023 hecha por FundaUngo, planteaba que «sobre la delincuencia en el país, nueve de cada 10 personas (92.7 %) consideran que esta disminuyó en los últimos 12 meses… A su vez, aproximadamente nueve de cada 10 personas (88.8 %) declaran sentirse muy seguras.
Para el 2024, la Policía ha reportado 67 días sin muertes a causa de la violencia, entre el 1° de enero y el 25 de marzo, de estos, 19 han sido alcanzados durante este mes, la última jornada con cero homicidios fue registrada el martes 26 de marzo.
SIN MUERTES DE BUSEROS
El transporte público de pasajeros no registra muertes violentas de motoristas y cobradores, a causa de las pandillas, durante la implementación del régimen de excepción, así lo han confirmado, en reiteradas ocasiones, el presidente de la Federación de Empresarios del Transporte (Fecoatrans), William Cáceres y el de la Asociación de Empresarios de Autobuses (AEAS), Genaro Ramírez.
Los dirigentes consideran que la reducción y no registro de violencia homicida en su rubro se debe a la estrategia de seguridad liderada por el presidente, Nayib Bukele.
Entre el 2015 al 2018 el sector transporte sufrió el peor acecho de las pandillas, solo en 2015 las maras asesinaron a 97 empleados de ese rubro, en 2016 fueron 56, para 2017 se registraron 39 decesos sumado a los 26 salvadoreños asesinados al interior de las unidades del transporte; para el año 2018 totalizaron 22 homicidios y entre el 1° de enero al 25 de mayo de 2019 reportaron 7.
«Nosotros no estamos de acuerdo, sino altamente de acuerdo con la medida [régimen de excepción], el estar de acuerdo es como bien, pero no, nosotros hemos vivido en este tiempo un efecto positivo producto de la medida llevado a cabo del gobierno», manifestó el presidente de Fecoatrans.
ESTUDIANTE LIBRES DE LA VIOLENCIA
Con la implementación del régimen de excepción, los estudiantes salvadoreños desarrollan sus actividades con mayor seguridad debido a que dejaron de ser el blanco del acoso y, en muchas ocasiones, hasta víctimas mortales de los pandilleros. El Gabinete de Seguridad ha reporta una disminución sostenida de asesinatos contra integrantes del sector estudiantil, cifra que en los últimos dos años se mantiene en cero con la puesta en marcha del combate frontal contra las maras.
Instituciones como el Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (Simeduco) han reconocido que la disminución de homicidios en estudiantes se debe a la implementación del régimen de excepción.
Por contra parte a los que ahora viven los estudiantes, los gobiernos anteriores permitieron que los estudiantes y maestros del país fueran víctimas de robo, extorsión y homicidios por parte de grupos terroristas. Prueba de ello es que, durante los gobiernos del FMLN, comandados por los expresidentes prófugos Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, asesinaron a alrededor de 500 estudiantes a escala nacional.
En el Gobierno de Funes, 289 alumnos murieron a manos de las estructuras terroristas; solo en 2011, cuando se estaba gestando la tregua entre pandillas, reportaron 139 decesos, y en pleno pacto con las maras registraron 67 muertes violentas.
La administración de Sánchez Cerén no fue la excepción, pues en su período asesinaron a 183 estudiantes, y 2015 fue el más violento, cuando les quitaron la vida a 72 alumnos en todo el territorio nacional.