El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró este viernes un estado de excepción por la crisis energética que atraviesa el país, con miras a evitar «ataques terroristas» contra la infraestructura para el suministro de electricidad en medio de la violencia narco.
El mandatario dispuso la movilización de policías y militares «para garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura energética para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que pueden afectar su funcionamiento», según un decreto presidencial.
Los cortes electricidad se iniciaron el domingo sin aviso, por periodos más cortos, pero se han ido alargando con el paso de los días.
El Ejecutivo suspendió estos jueves y viernes la jornada laboral en los sectores público y privado, así como las clases, tras anunciar que los embalses Mazar (el más importante) y Paute, ambos en el sur andino, están en «condiciones críticas» al registrar niveles de almacenamiento de 0% y 4%, respectivamente.
El caudal en la mayor central hidroeléctrica, Coca Codo Sinclair (norte amazónico), con capacidad de generar 1.500 MW de potencia para cubrir 30% de la demanda nacional, es un 60% del promedio histórico.