Haber recibido dos premios sobre prototipos de recursos amigables con el medioambiente de parte de la Universidad de Purdue, en Indianápolis, Indiana, en 2022, catapultó a un grupo de estudiantes de Física de la Universidad de El Salvador (UES) para participar en la autoría de un libro de la Universidad del Valle de Atemajac (Univa).
Los miembros del Laboratorio de Espectroscopia Óptica de la Escuela de Física de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática de la UES recopilaron sus trabajos con evidencias desde 2011. Así conformaron el capítulo 6 de la edición de la Univa titulada «Latinoamérica ante el desafío de las energías renovables».
La publicación se hizo en febrero y está disponible en línea en el portal www.aveeditorial.com o en https://isbnmexico.indautor.cerlalc.org.
Ser seleccionados por la prestigiosa universidad, una de las 50 mejores de México, significa una victoria para los jóvenes estudiantes, porque comparten iniciativas con mexicanos de gran trayectoria.
«Nos invitaron a contribuir con un capítulo del libro. En nuestra región son pocos los datos que se presentan para publicación y solicitamos que se divulgara con investigación solo hecha en El Salvador», compartió el estudiante de Física Óscar Deodanes.
Deodanes trabajó junto con Nelson Cisneros, Juan Carlos Menjívar, Alejandro Portillo, Marvin Ramos, Jorge Cuadra y Hamilton Ponce, bajo la asesoría científica de Carlos Rudamas. Explican su apuesta sobre la utilización de nanoestructuras para aplicaciones amigables con el medioambiente. Con la recolección de datos en El Salvador y la creación de prototipos, el equipo descubrió que las celdas solares son más eficientes y tienen potencial para reemplazar a los paneles solares comerciales, que generan más contaminantes.
De acuerdo con los físicos, las celdas ayudan a convertir la radiación solar en energía eléctrica y el país, con su exposición a la radiación solar, podría aprovechar al máximo este recurso natural. «En Alemania o en otros países de Europa que le han apostado mucho a este tipo de temas lo han ejecutado a pesar de que solo cuentan con un par de días o meses con el sol, y ellos sí lo están aprovechando; nosotros que lo tenemos casi todos los días, ¿por qué no lo estamos aprovechando?», comentó Menjívar.
La celda solar está construida de materiales semiconductores orgánicos, no son contaminantes o lo son al menos en menor escala que los materiales que actualmente se utilizan, señaló Cisneros. El equipo profundiza, además, sobre los beneficios de usar nanoestructuras en la fabricación de prototipos de diodos emisores de luz (led) que permitan un «ahorro sustancial del consumo de energía eléctrica».
«Cuando la editorial mexicana se dio cuenta de que en El Salvador se está trabajando en varios proyectos, nos dijo que lo dejáramos plasmado en este libro», manifestó Deodanes.