Joel Ramos Júnior es un arpista y arreglista musical extraordinario. Cuando rondaba los cinco o seis años de edad ya jugaba con uno de esos instrumentos y desde los siete lo comenzó a tocar formalmente.
Su padre, Joel Ramos (1957 – 2005), quien en su momento era el único arpista salvadoreño, enseñó todo lo que sabía a su primogénito. Y hoy el hijo, con 45 años de edad (nació en San Salvador, el 21 de agosto de 1979), se ha posicionado como un virtuoso del arpa, dentro y fuera de El Salvador.
Graduado como bachiller en artes en 1997, con especialidad en música, Ramos Júnior sabe tocar todos los tipos de arpa existentes: la clásica, la celta, la llanera, la veracruzana, la jarocha, la paraguaya. Son 10 tipos aproximadamente que varían en sonoridad, tamaño, número de cuerdas, así como en notas, tonos o semitonos.
«El arpa clásica tiene hasta 56 cuerdas, tiene pedales para hacer semitonos. El arpa paraguaya es acromática, es decir, con afinaciones específicas para tocar las melodías; con efectos y técnicas puedo hacer un bemol, un sostenido y puedo tocar música clásica, y no solo música clásica de Paraguay, con el género de la polka y la guarania paraguaya, no, puedo tocar todo tipo de géneros musicales», comparte.
Como su padre, Ramos Júnior se apasionó por el arpa paraguaya, de 37 cuerdas, elaborada con maderas como kiri japonés, kiri paraguayo, cedro canadiense, cedro alemán y pino.
Durante una visita a «Diario El Salvador», el artista decidió estrenar otra arpa. La trajo directamente de Luque, Paraguay, con madera en tono claro, construida con kiri japonés, cedro alemán y «pino, en algunas piezas». Mientras las cuerdas están ordenadas en series (rojo, blanco y azul), los colores de la bandera paraguaya.
«El arpa es uno de los instrumentos más difíciles de tocar. Dentro de la historia de la música, en el Génesis (de la Biblia), se cita que el primer instrumento que data de la creación es el arpa. Se menciona que Jubal (descendiente de Caín) tocaba el arpa, por lo que es considerado el padre de los músicos», añade.
El arpista conoce en detalle cómo ese instrumento ha acompañado los ritos religiosos desde la antigüedad, cómo fue traído al Nuevo Continente y cómo fue asumido como propio por los pueblos originarios guaraníes (en Paraguay). Pero, además de historia, él sabe cómo se construye un arpa, gracias a las enseñanzas de los luthiers (fabricantes) que lo acompañan desde hace años.
«El piano es considerado como el carcelero del arpa. Si abren un piano de cola van a ver un arpa presa, son piezas de madera forradas de gamuza y martillos que golpean la cuerda, pero el arpista tiene contacto directo con las cuerdas, con sus manos y sus uñas», dice.
Sobre la versatilidad que tiene el arpa para la ejecución de variados géneros musicales, solo es de esperar que el artista afine el instrumento para que luego ejecute piezas como «El pájaro campana» (considerado el segundo himno de Paraguay), «El carbonero», el tema de la película «Titanic» y «Perfect», de Ed Sheeran. También interpreta boleros, cumbias, pop, música clásica y andina.
El 2020, Ramos Júnior lanzó el sencillo «Risa de cristal» que tres años después se convirtió en una de las ocho melodías de su primer álbum. Las piezas son: «Moliendo café», «Risa de cristal», «Extraños en la noche», «Recuerdos de Ypacaraí», «Flores de pascuas», «Para Gabriela», «Ash Grove» y «Despacito».
Desde hace tres años, el artista desarrolla dos tipos de presentaciones: dos recitales solidarios (uno al inicio y otro al final del año para recaudar fondos) y los conciertos mensuales en Plaza Kalpataru para el público amante del arpa. Cada mes se escoge un género musical a interpretar.
Este mes corresponde el primer concierto solidario el cual se ha preparado para beneficiar a adultos mayores de la zona rural de Juayúa, en Sonsonate (ver recuadro).
UN RECITAL DE AMOR
El próximo sábado 24 de febrero, Joel Ramos Jr. se presentará en Plaza Kalpataru, en San Salvador, desde las 7 p. m. La donación por persona será de $10.
El afiche promocional expresa que será «Un concierto de amor a beneficio de abuelitos de comunidades rurales de Juayúa». Los organizadores esperan favorecer a 150 abuelitos.
El evento es promovido por un grupo de amigos que desde hace 16 años impulsa diversos proyectos sociales y de solidaridad como la construcción de bibliotecas y campañas de salud, entre otros.
«Los artistas estamos en la obligación de compartir ese don que Dios nos ha dado. Cada año se hace uno o dos recitales para recaudar fondos y los invitamos para que asistan este sábado 24 de febrero, a Plaza Kalpataru. Aprovechando la amistad que tenía mi amigo Alonso Rivera, de años, con Joel Ramos padre, nació la idea de las presentaciones y quisimos hacer algo bonito para ayudar a los abuelitos», expresa Ramos Júnior sobre el recital del día 24.
La compra de boletos puede realizarse al WhatsApp 7435-1960.