Como alguna vez lo dijo el guitarrista más grande de la historia, Jimmy Hendrix, «quiero hacer música tan perfecta que se filtre a través del cuerpo y sea capaz de curar cualquier enfermedad». A simple vista puede ser una frase incoherente o alejada de la realidad, pero no es errónea del todo: la música y el arte en general pueden curar enfermedades como el cáncer de la violencia social.
Si un niño conoce el poder de una guitarra desde pequeño y se introduce al mundo del arte, difícilmente tendrá tiempo para pensar en delinquir. Por años he leído testimonios de pandilleros y dicen que se involucran en las pandillas, entre otros factores, «por un sentido de pertenencia o por sentirse amados». Si un niño conoce la guitarra, jamás volverá a sentirse solo ni rechazado.
Definitivamente que la música sana el alma y despeja los tormentos internos. Un instrumento en las manos de un niño es increíblemente poderoso y probablemente salvará muchas vidas en el futuro, incluyendo la suya. La música y otras artes te envuelven y te atrapan en un mundo de sensaciones que distan muchísimo de la violencia social.
Es igual que el deporte. El fútbol y los deportes en general te enseñan muchísimos valores, como el esfuerzo, la perseverancia, el respeto, la solidaridad, el compañerismo, etc. Y la etapa perfecta para comenzar a practicar cualquier deporte es la niñez; a Wesley Sneijder, famoso jugador holandés de fútbol, le hicieron una pregunta: ¿porque le pegas tan bien al balón con las dos piernas? El respondió: «Para mí es algo normal, me lo enseñaron en las escuelas del Ajax cuando tenía siete años, media hora pateaba con la izquierda y media hora con la derecha».
Lastimosamente, en nuestro país, jamás se le apostó a una cantera, a que un club tenga una estructura deportiva real, y mientras no se le apueste a nuestra niñez en el fútbol, difícilmente iremos a otro mundial (ojalá me equivoque). Equipos grandes de Europa apuestan por su cantera y son un semillero de jugadores de gran nivel, porque aprenden desde pequeños todo el fundamento del deporte, que grandes no lo podrán aprender de la mejor manera.
La estructura de la cantera del Ajax, por ejemplo, es impresionante, primero te da una filosofía no solo deportiva, sino de vida, te da mística, una identidad propia, tienen ojeadores cuyo trabajo es buscar talentos, no más de 60 kilómetros fuera de Ámsterdam, porque creen en su propia cultura. Los estudios van paralelos a los entrenos y deben ser buenos estudiantes para seguir entrenando.
Este es un gran momento para el deporte salvadoreño, ya que Indes, a través de su presidente, está realizando un excelente trabajo, ya que tiene una gran visión acerca de la integralidad del deporte, conoce el deporte salvadoreño, sabe hacia dónde tiene que ir nuestro deporte, cuál es el rumbo a seguir y cómo tomar ese camino. Creo que hoy es cuando el arte y el deporte pueden ser superimportantes para nuestra niñez y adolescencia. La Selecta playera es un ejemplo de que con esfuerzo se pueden hacer bien las cosas. Adelante, cangrejitos, ¡estamos orgullosos de ustedes!