El turicentro El Capulín, también conocido como las Cuevas de Moncagua, en el departamento de San Miguel, se ha convertido en un atractivo turístico gracias a sus aguas cristalinas, provenientes de un nacimiento que brota dentro de las dos cuevas que forman parte del centro turístico.
«Cuentan los abuelos que antes había árboles de capulines y debajo empezó a brotar agua. Fue idea de muchas personas que venían a traer agua hacer un balneario para toda la comunidad de Moncagua. Empezaron a traer piedras en carreta para construirlo, esto fue a inicio de los setenta», comentó Manuel Rivas, jefe de Comunicaciones de la alcaldía de Moncagua.
El agua natural y corridas alimentan las tres piscinas del centro turístico. Fácilmente se pueden apreciar las piedras blancas que se encuentran en el fondo, así como el cardumen de pequeños peces que se acercan a los bañistas.
«El agua es corrediza, no se estanca, ya que el nacimiento llena las piscinas y se mantiene a nivel, luego sigue corriendo y alimenta el río San Esteban», agregó Rivas.

Sus principales atractivos son las cuevas, donde se puede apreciar que el agua brota de las paredes y se tornan turquesas; algunos creen que se trata de aguas termales.
El acceso a la cueva principal está restringido para los visitantes debido a que hace algunos meses ocurrió un desprendimiento de tierra en uno de los costados de la entrada de la cueva, y aun cuando aparentemente no representa un riesgo para los turistas, la alcaldía ha restringido el paso para evitar inconvenientes y algún accidente.
El turicentro El Capulín es administrado por la alcaldía de Moncagua y el costo de la entrada es de $2 con excepción para los habitantes de ese municipio, que entran gratis. Se encuentra abierto de lunes a domingo de 7 a. m. a 5 p. m.

Si viaja de San Salvador sobre la carretera Panamericana, debe tomar el desvío en el primer redondel del periférico Gerardo Barrios y seguir aproximadamente un kilómetro y medio.
Si lo hace en transporte público, el autobús de la ruta 90-B, que parte desde San Miguel, lo llevará hasta el lugar.
Dentro del turicentro le ofrecen una amplia variedad de platillos para degustar, así como venta de flotadores, ropa, alquiler de hamaca y sillas, pero también permiten que los visitantes lleven su comida.