Los pronósticos más recientes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) indican que hay probabilidad del 73 % de que el fenómeno de El Niño se debilite en la región entre mayo y junio de 2024, por lo que entraría el establecimiento de la fase neutral.
Posteriormente incrementa la probabilidad de que se instale el fenómeno de La Niña, lo que traería el desarrollo de más lluvias. «También están aumentando las probabilidades de que se produzca La Niña en las estaciones posteriores a un cambio a ENSO-neutral. Es típico que El Niño alcance su punto máximo en diciembre o principios de enero, pero a pesar de debilitarse, sus impactos en Estados Unidos podrían durar hasta abril. En resumen, se espera que El Niño continúe durante las próximas temporadas, con un ENSOneutral favorecido durante abril-junio de 2024», detalla el comunicado de la NOAA.
Esta información coincide con los pronósticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicados en noviembre, donde indicaban que hay un 90 % de probabilidad de que El Niño persista hasta abril de 2024. También es muy probable que «adquiera en su apogeo valores correspondientes a un episodio intenso», detallaron.
En El Salvador, este fenómeno cíclico del Pacífico afectó en 2023 con la reducción de lluvia y la prolongación de los períodos secos. Según los registros del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el promedio de lluvia acumulada en el territorio salvadoreño el año pasado fue de 1,753 milímetros, es decir, 7.6 % menos del promedio de 1,898 milímetros anuales.
En ese sentido, la transición a la fase neutral implica que las condiciones de temperatura de la superficie del mar en el Pacífico tropical están dentro de los valores medios, y tampoco prevalece ni La Niña ni El Niño. Esta fase neutra no tiene mayores implicaciones en la variación climática de la Tierra.
Por su parte, El Niño consiste en un calentamiento de las masas de agua del océano Pacífico ecuatorial y oriental, produciendo un aumento de la temperatura media global. La Niña es la fase opuesta a la de El Niño y es asociada a un enfriamiento de la masa oceánica Pacífico ecuatorial, generando variaciones climáticas contrarias a las de El Niño.
INGRESO DE VIENTOS NORTES
Desde ayer en la madrugada ingresó un nuevo fenómeno de vientos nortes a El Salvador, el cual se mantendrá hasta hoy. Los vientos presentarán una intensidad entre moderada y ocasionalmente fuerte. Además, estarán acentuados en zonas altas y de montaña.
Según el MARN, los valores máximos esperados de la velocidad oscilarán entre 25 y 35 km/h, ocasionalmente alcanzarán hasta 50 km/h. Puntualmente, estos podrían ser mayores en sectores cuyo terreno sea favorable para el aceleramiento adicional del viento.
En general, no se prevén cambios significativos en las temperaturas máximas y mínimas, salvo en la sensación térmica por presencia del viento. El rango de temperaturas mínimas esperadas en las mañanas será en las zonas altas, donde estará entre 9 °C y 17 °C, en valles interiores entre 19 °C y 21 °C, y en zonas costeras entre 22 °C y 25 °C.
«Todas estas condiciones están asociadas a una alta presión y una cuña anticiclónica que generará vientos nortes y ambiente fresco en las madrugadas. Adicionalmente, esta cuña empuja un frente frío hasta el norte de Yucatán, que durante la madrugada del domingo tendrá una porción estacionaria al norte de Yucatán y su porción fría al noroeste de las Antillas Mayores», explicó el MARN en el informe especial número 1.
IMPACTO
En El Salvador, El Niño afectó en 2023 con la reducción de lluvia y la prolongación de los períodos secos.
Según los registros del MARN, el promedio de lluvia acumulada en el territorio salvadoreño el año pasado fue de 1,753 milímetros, es decir, 7.6 % menos del promedio de 1,898 milímetros anuales.
Hay probabilidad del 73 % de que el fenómeno de El Niño se debilite en la región entre mayo y junio de 2024.