Las fiestas de los 202 años de independencia de El Salvador concluyó este día con un multitudinario Festival Salvadoreñísimo, que reunió a miles de connacionales para bailar y degustar platillos típicos de su tierra de nacimiento. Además, fue el escenario perfecto para que amigos volvieran a reencontrarse a pesar de que viven en Houston, Texas, EE. UU.
Los más puntuales y sedientos de vivir a flor de piel sus raíces llegaron temprano a la cita. A las 12 del mediodía se abrieron las puertas del Humble Civic Center. El centro de convenciones empezó a inundarse de camisas azules y blancas, otro color de indumentaria no cabía en la celebración para salvadoreños.
Sin embargo, hermanos de Guatemala, Honduras, México, Colombia y de cualquier nacionalidad eran bienvenidos. Y es que además de la gastronomía de El Salvador, el repertorio musical incluía ritmos para todos los gustos.
La banda de paz que levantó el telón del Festival Salvadoreñísimo fue la Fuerza 503, de reconocida trayectoria en la «ciudad espacial», además de ser una de las barras oficiales de la Selecta cuando juega en Estados Unidos.
El Carbonero, El Torito Pinto fueron algunas de las canciones que tocó la Fuerza 503, que cuenta entre sus filas con salvadoreños originarios de diferentes partes del país.
Las cachiporras fueron el toque especial que le dio un brillo diferente al Festival, así como lo hizo en el desfile que organizó el Consulado General de El Salvador en conjunto con autoridades de Gulfton y Cohesal (Comite Hosuton El Salvador), el sábado pasado.
Tito Mira, uno de los artistas salvadoreños más reconocidos, siguió la cartelera musical y «casi obligó» a los presentes a ponerse de pie para poner en escena sus primeros pases de baile que tenían preparados para este festejo que ya tiene 18 años de celebrarse, gracias al trabajo de Tony VIllatoro, un salvadoreño que llegó a tierras estadounidenses hace más de dos décadas.
«Primero le damos gracias a Dios, porque es una satisfacción tremenda poder organizar este festival que nos ayuda a promover la cultura de los salvadoreños, a promover la unión de nuestros compatriotas y, por supuesto, traer un poquito de lo que nosotros tuvimos en El Salvador», dijo VIllatoro, quien junto a su familia y un grupo de colaboradores estaban satisfechos por la convocatoria que hubo.
Asimismo, Tony VIllatoro expresó que su sensación era «tremenda, porque después de muchos años vamos ganando experiencia, tratando de ir mejorando por los errores que se cometieron en el pasado».
Una de las curiosidades que confesó el organizador del Festival Salvadoreñísimo es que tras este evento que ya tiene una trayectoria, connacionales han encontrado personas con las que ahora son familia.
«Hay salvadoreños que me han comentado que se conocieron aquí en el Festival y terminaron casados. Uno de los motivos principales de estos eventos es precisamente eso, promover la unión de los salvadoreños. Estamos en una nación grandísima que nos ha permitido estar acá y tenemos que demostrar que los salvadoreños tenemos una cultura muy bonita», agregó Villatoro.
La agrupación Miramar y los REDD, en ese orden también subieron al escenario para deleitar con su música, con la que la diáspora se emocionó y solo faltaba el momento estelar que estuvo a cargo del bachatero Zacarías Ferreira.
Entre los asistentes también estuvo el cónsul general de El Salvador en Houston, Alexánder García, quien estuvo por primera vez en un Festival Salvadoreñísimo y quedó satisfecho, pero además con eso reafirma el compromiso que tienen con los connacionales en la «ciudad espacial».
«El Festival está muy por encima de lo que esperaba. Ha sido como una expectativa constante, porque muchos salvadoreños se acercaban al consulado y me preguntaban si iba a venir, y claro que sí porque tenía la invitación por parte del señor Tony Villatoro para participar», dijo el cónsul Alexánder García.
Broche de oro
El cierre del Festival Salvadoreñísimo estuvo cargado de emociones a toda revolución porque antes de que los REDD también se le entregó un reconocimiento especial a Carlos Pocasangre, un migueleño que llegó a Estados Unidos y se convirtió en un oficial de policía destacado que fue condecorado en Houston por su valiente labor al colaborar en aplacar a delincuentes.
Para el cierre de la velada, el bachatero Zacarías Ferreira enamoró a su público con sus mejores éxitos. El cantante dominicano fue quien cerró la velada para los cuscatlecos que tuvieron una verdadera fiesta de independencia.