Las extremas políticas de siempre se han unido nuevamente para atacar al presidente de la república, Nayib Bukele. Esta vez han utilizado a un diputado de ARENA, Ricardo Velásquez Párker, quien de todos es conocido por sus exabruptos y posiciones radicales en la Asamblea Legislativa.
ARENA manipuló a este diputado para que presentara una pieza de correspondencia pidiendo la conformación de una comisión de médicos que evalúe la capacidad mental y física del presidente. Pero el objetivo de fondo es buscar la destitución del mandatario mediante un mecanismo que a todas luces es un intento de golpe de Estado.
El FMLN también presentó una pieza de correspondencia por cual pretende promover un antejuicio contra el presidente Bukele, retomando el caso de la visita que el gobernante hizo al Salón Azul. Así de descarada fue la coordinación entre el FMLN y ARENA para fraguar un intento de golpe de Estado.
Este complot está orquestado, incluso, desde el exterior. El poder fáctico, el poder económico y algunos medios de comunicación son parte de esta estratagema. Una de las caras visibles de este intento de golpe de Estado es el presidente Daniel Ortega por medio de su testaferro Mauricio Funes, quien está asilado en Nicaragua viviendo con lujos, huyendo del país por diversos delitos, entre ellos corrupción. Funes ha instigado por medio de las redes sociales a sus compinches del FMLN y a otros compañeros de viaje a que realicen este abominable acto.
La reacción de la mayoría de salvadoreños es de repudio a esta nueva maniobra burda, que es una desesperación ante la rotunda derrota que ARENA y el FMLN tendrán en las urnas el próximo día 28. Las diferentes encuestas arrojan que estos dos partidos tradicionales, que siempre han jugado con las necesidades de la gente, se reducirán al mínimo. Perderán el control en la Asamblea Legislativa y en las alcaldías.
Repito: ARENA y el FMLN están desesperados, saben que este 28 de febrero tendrán su mayor derrota política y la población les pasará la factura por todos los bloqueos y obstáculos que le han puesto al presidente Nayib Bukele durante la pandemia de COVID-19.
Durante la toma de posesión, el 1.º de junio de 2019, el presidente Bukele oró junto con el pueblo, y con humildad pidió sabiduría para gobernar. Muchos han recordado este acto nunca antes visto para apoyar de manera contundente al mandatario, uno de los mejores presidentes a escala mundial, según las evaluaciones de los organismos encargados en esa materia. Esto me hace recordar un pasaje de la Biblia muy apropiado. «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10).
También el presidente Bukele debe tener la certeza de que no está solo. Tiene un pueblo que lo eligió y valora todos los esfuerzos que ha hecho para proteger a la población de la pandemia del COVID-19, así como también la entrega de ayuda en esta crisis mundial. Además, cuenta con diputados que seguiremos luchando por detener las embestidas cobardes de ARENA y el FMLN.
Mejor dejen gobernar. Dejen que el presidente, que cuenta con el apoyo de más del 90 % de la población, continúe transformando El Salvador y construyendo un nuevo país más justo para todos. Quizás podría ser muy duro para ellos, pero entiendan que la gente ya no los quiere porque le mintieron durante 30 años.
No sería nada extraño que al ver el repudio popular por el intento de golpe de Estado, ARENA sacrifique a Velásquez Párker y lo deje solo. Tiran la piedra y después esconden la mano. Así son. El pueblo ya los conoce.