El Salvador ha logrado un hecho histórico: la secuenciación completa del virus SARS-CoV-2, por medio un trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Salud (INS) y la Universidad de El Salvador (UES), lo que permitió identificar algunas de las variantes de la COVID-19 que circulan en el territorio.
Es mediante este tipo de estudios que las autoridades de Salud han identificado la circulación de las variantes delta, californiana y la mutación D614G, que fue registrada el año pasado, como parte de la primera secuenciación desarrollada en El Salvador.
Las autoridades sanitarias ya habían hecho el esfuerzo de enviar otras muestras al extranjero para rastrear otras variantes del coronavirus.
Gracias a este trabajo se han podido identificar las variantes alfa, gamma, y lambda, confirmó ayer el Ministerio de Salud (Minsal).
«¿Qué relevancia tiene poder secuenciar el RNA viral? Es muy importante, primero porque es una situación muy característica, es de interés reportado a escala internacional por la OMS. De interés por ser una variante [delta] que tiene características particulares: facilitar la transmisión. Si hay mayor facilidad de transmisión, la dinámica nos trae a la lógica de que va a haber mayores complicaciones, no solo porque puede haber características propias de la variante, sino porque aumenta la cantidad de personas que tienen la COVID-19», indicó en su momento el ministro de Salud, Francisco Alabi.
En todo este proceso el Ministerio de Salud puede adecuar cada una de las estrategias sanitarias de manera oportuna, ya que le permite conocer e identificar el comportamiento de cada variante que se detecte a partir de la secuenciación.
«Conocer cuáles son las características particulares de cada una de las variantes nos permite tomar decisiones y, por supuesto, estar en el conocimiento de cómo debemos ir orientando las estrategias sanitarias para ganarle la batalla a la COVID-19», sostuvo el funcionario.
Por su parte, la directora del INS, Xochilt Sandoval, detalló a «Diario El Salvador» que este tipo de estudios demuestra el avance y el desarrollo científico que tiene el sistema de salud salvadoreño. «Los estudios genómicos como este fortalecen la vigilancia en salud pública, ya que con el conocimiento que se obtiene se pueden generar alertas tempranas de dispersión del virus», especificó.
La doctora también explicó que la secuenciación genómica se hace en equipo, donde una parte muy importante la aporta el Minsal con las muestras, la selección de estas y el equipo para hacer la reacción en cadena de la polimerasa que lleven a la secuenciación. La UES también da su aporte, ya que tiene el secuenciador, un equipo muy sofisticado, además de que proporciona a los científicos que desarrollan la secuenciación.
Ante la consulta sobre las aseveraciones de algunas personas, incluso médicos, que presumen la existencia de variantes, dijo que la única forma de demostrar la circulación de una variante es haciendo una secuenciación, de manera que, con evidencia científica, se constate la existencia o no de estas. «Se puede presumir, pero comprobar con medicina basada en la evidencia y demostrar que existe una variante o no es solo por medio de la secuenciación», aseguró la doctora Sandoval.