El Salvador ha sorteado de manera ágil los retos planteados por el contexto mundial que acumuló la carga de los impactos de la COVID – 19, la crisis logística e incremento del precio de los fletes, la guerra entre Rusia y Ucrania, y la consecuente escala inflacionaria internacional; consideró el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez.
El funcionario dijo que las medidas anticipadas implementadas por el Gobierno del presidente de Nayib Bukele permiten que, pese al contexto del mundo, El Salvador mantenga su proyección de crecimiento del 2.8 % para el cierre de este año.
«Queremos destacar que el crecimiento económico para este país proyectado para este 2022 es del 2.8 % del Producto Interno Bruto (PIB)», aseguró el funcionario.
Para Rodríguez, este ritmo es reflejo de la dinámica impulsada por este Gobierno que se distancia de las administraciones pasadas en las que los promedios de crecimiento nunca superaron el 2.3 %, pese a no tener situaciones de pandemia y demás afectaciones de la actualidad.
«En los últimas 30 años, el promedio de crecimiento fue del 2 %, y pese a todos los shocks económicos, El Salvador crecerá el 2.8 %, y es la primera vez que El Salvador está creciendo por su fuerza interna, ya elementos como las exportaciones, el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) y otros se muestran resilientes y, además todo esto, no aleja de un escenario de recesión», expresó.
Agregó que, además de las medidas antiinflacionarias destinadas a reducir el impacto en la economía de las familias, la cifra positiva también se sustenta en la sólida dinámica de exportaciones que presenta un crecimiento de 13.9 % y una persistente llegada de remesas del 3.7 %, ambos parámetros según las mediciones del BCR registradas hasta octubre de 2022.
En este contexto, Rodríguez también destacó que el país no solo ha recuperado los empleos que tenía antes del impacto de la pandemia, sino que ha superado significativamente esa cantidad.
Detalló que, de enero a agosto de 2019, en El Salvador existían 860,000 plazas de trabajo formales según datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), mientras en el mismo período de este año se reportan 948,810.
«Nos acercamos al millón de empleos formales, en la historia del país nunca habíamos tenido unos datos tan altos. Podemos decir que en la pandemia (enero y agosto de 2020) bajamos a 842,645 trabajos formales, pero hasta el octavo mes de este año tenemos 948,810, y eso se traduce en ingresos para las familias y la dinamización del consumo privado», aseveró.
Ante este panorama, el titular reflexionó que «El Salvador tiene algo particular, contrario a otros países donde hay un estallido social, porque los Gobiernos no han tomado medidas, y si las tomaron, lo hicieron después para contrarrestar la inflación».
Explicó que, con un 7.5 %, el país se mantiene como la nación centroamericana con la tasa inflacionaria más baja de Centroamérica, y la tercera menor en toda Latinoamérica, superado únicamente por Panamá y Ecuador.
«Somos la tercera economía de Latinoamérica con la inflación más baja, esto se debe principalmente a las medidas tomadas por el presidente Bukele, que no solo benefician a los hogares, sino que también a las empresas», indicó Rodríguez.
Por otra parte, el titular de banco estatal afirmó que todos estos componentes encuentran mayor eco debido al nuevo clima de seguridad que el país vive, a partir de las acciones implementadas en esta materia.
«Las políticas del presidente Bukele, la guerra contra las pandillas y los buenos resultados obtenidos de esto le dan un clima favorable de inversión a El Salvador que antes no tenía. Además, somos un país que es un destino de inversiones y además un destino turístico seguro», observó.
TLC CON CHINA
Respecto al anuncio realizado en octubre de que El Salvador y China han iniciado un proceso para establecer un tratado de libre comercio (TLC), el funcionario señaló que, se espera que esta alianza sea tan exitosa como otras que el país ya tiene.
Rodríguez, ejemplificó que el acuerdo comercial con Estado Unidos posibilita que el 38 % de las exportaciones del país vayan hacia ese destino, que es el segundo mayor comprador de los productos nacionales después de Centroamérica quien adquiere el 45 %.
«Esto nos abre el mercado para que se pueda importar y exportar de una manera más fácil y más barata, tanto para nuestros exportadores como para nuestros importadores, también se amplía la ventada de oportunidad para que las empresas vengan a invertir aquí. En la historia de los países, los tratados de libre comercio con potencias tan grandes siempre funcionan», dijo.