En agosto de 1962, El Salvador y Corea establecieron relaciones diplomáticas con la firme convicción de desarrollar una relación bilateral que contribuyera a mejorar las condiciones de vida de sus pueblos, ideal que aún se encuentra vigente.
Este recorrido de casi seis décadas de amistad y cooperación nos lleva a reflexionar que nuestros países, pese a ser diferentes en cultura, idioma y tradiciones, han reconocido que esta diversidad ha contribuido en la consecución de logros significativos.
Los valores compartidos, como el respeto, la confianza, la tolerancia y la solidaridad han robustecido nuestros lazos, convirtiendo a Corea en un amigo, socio y aliado clave para El Salvador.
Sobresalen sus aportes en materia de salud, educación, cambio climático, lucha contra la migración irregular, comercio e inversiones, entre otros, lo cual ha contribuido a que el pueblo salvadoreño avance en el camino del desarrollo sostenible.
Junto con la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) hemos ejecutado proyectos de mejoramiento de la salud familiar, se ha concretado la entrega de dotaciones de equipo educativo, se han tomado acciones para combatir el cambio climático mediante la restauración de zonas de recarga hídrica en las subcuencas de San Miguel y Morazán, entre otros esfuerzos importantes.
Además, hemos recibido apoyo en áreas fundamentales como innovación, becas para jóvenes salvadoreños, el programa de expertos y voluntarios; entre otros proyectos enmarcados en sectores de relevancia para el país.
Los vínculos económicos entre ambas partes se han ido fortaleciendo a lo largo del tiempo, contando, incluso, con un Tratado de Libre Comercio que ha sido un instrumento clave para el intercambio entre nuestras naciones.
Adicionalmente, la inversión que realiza este país asiático en El Salvador en diversos sectores, ha aportado de manera significativa al crecimiento de la economía del país.
Corea y El Salvador coinciden en diferentes espacios multilaterales, reforzando así el diálogo político existente y el compromiso de afrontar los desafíos globales, a fin de lograr un desarrollo para todos.
El surgimiento de nuevas amenazas, así como de nuevos retos y desafíos, hacen necesario seguir uniendo fuerzas para salir adelante. Especialmente, en medio de la pandemia por la COVID-19, El Salvador agradece el apoyo de países amigos como Corea, que han colaborado en los esfuerzos por proteger la salud de los salvadoreños.
Agradezco la solidaridad de Corea a través de la donación de mascarillas quirúrgicas, cabinas móviles para la toma de pruebas PCR, entre otros aportes, que pusieron de manifiesto una vez más la fraternidad que caracteriza nuestra relación bilateral, sobre todo en los momentos más difíciles.
Para El Salvador, esta conmemoración representa una excelente oportunidad para renovar los lazos de amistad, comercio y cooperación, así como nuestro compromiso e interés por continuar trabajando conjuntamente en una relación más próspera y estrecha en beneficio de nuestra gente.