Nuestro país atraviesa un momento crítico en lo que respecta al alza de los accidentes de tránsito, lo cual amerita un estudio objetivo que promueva nuevas alternativas para disminuir este fenómeno que tiene varias aristas a analizar.
Según datos oficiales emitidos por el Viceministerio de Transporte por medio de su cuenta de Twitter, con fecha 10 de julio del presente año, el parque vehicular es de 1,142,625 automotores, cifra que debe preocuparnos como país, pues somos un país territorialmente muy limitado, con una densidad poblacional de 307 habitantes por kilómetro cuadrado, derivado de una población de 6,453,553 personas, por lo que llama poderosamente la atención que día a día se importan más vehículos usados, saturando con ello nuestro parque vehicular, ante lo cual se debe destacar que el uso de hidrocarburos le genera al país una importante cantidad de dinero en impuestos, desde el Fovial, Cotrans y FEFE hasta IVA. Ojalá que no sea esa la motivación para no regular este fenómeno.
A pesar de la continua alza de precios de combustibles, la población siempre hace uso de vehículos particulares, la pregunta es: ¿qué hacer para disminuir la cantidad de vehículos en circulación? Surgen varias alternativas y, como es conocido, muy a pesar de que las multas por violentar las normas de tránsito se hayan elevado, los accidentes siguen en línea ascendente, debido a que la imprudencia, el abuso del alcohol y drogas en los conductores se mantiene. Desde mi óptica como sociólogo, es necesario hacer una serie de acciones tendientes a armonizar nuestra red vial insuficiente para la carga vehicular de autos en circulación, y es que, si nos damos cuenta, este fenómeno genera lo que se denomina «estrés vehicular».
Para buscarle solución a esto, se deben ordenar ciertas cosas. En primer lugar, regular el ingreso de vehículos importados, ya que no basta con elevar los impuestos de importación y no es la intención eliminar este tipo de negocios, pero es que también se debe trabajar en función del país y no del bolsillo; por otra parte, y debido a que se está a las puertas de una nueva emisión de placas de circulación que, con o sin alta tecnología, bien le vendría al país, que en el caso de los vehículos particulares, exceptuando los de servicio (taxis, Uber, transporte colectivo y pesado), se les puede asignar placas de color, el cual delimitará y regulará los días que pueden o no circular, entiendo que en el fondo es limitar la cantidad de vehículos circulando y que, a su vez, saturan las calles y avenidas.
Hay que analizar los costos para el país, tal como los $20 millones al año, en promedio, en el rubro de atención a víctimas de accidentes de tránsito, misma cantidad que, si se aplican medidas preventivas y regulatorias, se podría invertir en otra área de atención de nuestro sistema de salud.
El director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, dijo en la conferencia de prensa del viernes 6 de agosto que desde el final de julio los accidentes de tránsito se han multiplicado, y más aún en la semana de las vacaciones agostinas, ya que, de 668 atenciones de emergencia, 377 fueron de accidentes de tránsito.
La epidemia de accidentes se vuelve un problema que genera muertes silenciosas en nuestro país, sin que has la fecha haya una política clara de poder solucionarlo. La perspectiva sociológica de este fenómeno, es decir, la aplicación y el conocimiento de la sociología del transporte, lo que se relaciona con la movilidad, el turismo, la sociología urbana y, sin dejar de mencionar, que el transporte es un bien inelástico que ningún Gobierno debe desatender, digo por los altos niveles de siniestrabilidad vial que aquejan en este momento nuestro país.
El reto para el Gobierno, que cuenta con una visión diferente al buscar la modernización del país en todas sus áreas, y el transporte no es la excepción, nos mueve a dedicar estas líneas que se espera lleguen hasta las altas autoridades y que se analice la viabilidad de la aplicación de medidas como las antes expuestas. Creo firmemente que solo así lograremos como país reducir la epidemia de accidentes de tránsito.