Johana Stefany Márquez Viera es una joven no vidente de 25 años, quien estudia becada por parte de la alcaldía de San Miguel en una universidad privada de esa ciudad. Actualmente cursa el primer año de la carrera de Ciencias Jurídicas, con el sueño de convertirse en una abogada defensora de los derechos de las personas con discapacidad.
Cada martes y jueves, Johana se levanta a las 6 de la mañana para prepararse para recibir sus clases en línea, programadas entre 7 de la mañana y 4:30 de la tarde. El resto de los días colabora con los oficios domésticos en su casa y hace tareas.
Para Johana, estudiar la carrera la llena de emoción y satisfacción, porque es algo que le apasiona. «Mi mayor deseo es defender los derechos de las personas con discapacidad. Hoy en día hay mucha discriminación y “bullying”, poca inclusión, porque piensan que no podemos vencer esos retos de la discapacidad, pero sé que poco a poco podemos vencer esos paradigmas», expresó Johana.
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Ella perdió la vista en octubre de 2011, cuando tenía 16 años. Su abuela cuenta que primero le ocurrió en un ojo. Fue hospitalizada y finalmente perdió completamente la visión.
Johana fue diagnosticada con el síndrome de Harada, que consiste en una inflamación en el cuerpo que se alojó en el nervio óptico, ocasionando que su retina se desprendiera. Este síndrome, según la médica que la evaluó, fue causado por vivir una experiencia traumática.
«En 2018 hubo una persona que me animó a seguir estudiando para poder terminar bachillerato. Era la profesora Nora Calles, que era también no vidente»
Johana Márquez
Años antes, en 2007, Johana estaba con su abuelo cuando delincuentes lo asaltaron y le dispararon. Tal suceso marcó su vida, ocasionando la pérdida de la vista en 2011. «Me frustré de tal manera que no quería hacer nada. Hasta que en 2018 hubo una persona que me animó a seguir estudiando para poder terminar bachillerato. Era la profesora Nora Calles, que era también no vidente y daba clases en la escuela de educación especial», contó Johana.
Asistió a la Escuela de Educación Especial de San Miguel para aprender a leer mediante el método braille. Posteriormente, se incorporó al Instituto Nacional Metropolitano de San Miguel para terminar sus estudios de educación media.
Foto/DES
Su abuela, María Luisa Majano, describe a Johana como una joven con gran fortaleza, que ha sabido anteponerse a las dificultades, animada, perseverante y muy dedicada en sus estudios; de hecho, comentan que conseguir la beca no fue tan difícil debido a sus buenas calificaciones.
Johana cuenta que de pequeña su sueño era convertirse en doctora, pero debido a la pérdida de la vista su anhelo se vio frustrado. Actualmente, se encuentra feliz y motivada por estudiar Ciencias Jurídicas.
«En mi día a día tengo problemas con el internet, se me termina rápido o está demasiado lento, y me cuesta conectarme a las clases», afirmó.
Una de sus preocupaciones actuales, aparte del acceso al internet, es la cancelación de la beca por parte de la alcaldía de San Miguel. Sin embargo, el alcalde Wilfredo Salgado ha asegurado que dicho programa continuará.
Sin la beca, Johana no podría seguir estudiando, ya que no cuenta con los recursos económicos suficientes ni tiene la posibilidad de trabajar para pagarlos.