«Esta noche nos queremos. El miércoles, nos divorciamos»: miles de aficionados de Francia y Marruecos festejaron conjuntamente el sábado en París los respectivos pases a semifinal del Mundial de Qatar-2022 de sus selecciones, que se verán ahora las caras.
El cruce del miércoles «será como si mi padre jugara contra mi madre», decía satisfecha Lilia, una franco-marroquí de 36 años que se unió a la fiesta de sus «dos equipos».
Poco después de la victoria de los Bleus ante Inglaterra (2-1), los aficionados, con banderas francesas y marroquíes, se encontraron en la larga avenida de los Campos Elíseos de París, haciendo sonar los cláxones de los coches y lanzando cánticos de alegría.
«Y una, y dos, y tres estrellas», se entusiasmaban ya un grupo de jóvenes con banderas francesas entre fuegos de artificio y bengalas de humo.
¡Es la primera vez!
En Doha, los Bleus acababan de asegurarse un lugar en semifinales contra Marruecos, que siguió con su gesta mundialista al deshacerse de Portugal (1-0) en el partido disputado horas antes.
«No esperábamos esta victoria (marroquí). Todo el mundo está orgulloso: he visto banderas argelinas, egipcias… ¡Es normal, es la primera vez!», decía Amel Abdeljalil, de 28 años, desabrochándose la chaqueta para mostrar su camiseta.
Los Leones del Atlas son efectivamente el primer combinado nacional africano en alcanzar las semifinales de un Mundial, tras los intentos fallidos de Camerún en 1990, Senegal en 2002 y Ghana en 2010.
Según la prefectura de policía de París, unas 20,000 personas se congregaron en los Campos Elíseos.
A ambos lados de la avenida y en los cruces de calles había desplegadas fuerzas del orden, con cascos y escudos antidisturbios. La policía anunció la movilización de «1,220 agentes y gendarmes» desde primera hora de la tarde.
A pesar del ambiente festivo, «al final de la noche, sobre las 11:30 de la noche (hora local), grupos hostiles buscaron el enfrentamiento con las fuerzas del orden, que los dispersaron sistemáticamente», dijo a la AFP la prefectura.
Hacia medianoche se habían producido «74 detenciones», principalmente por lanzamientos de fuegos de artificio y proyectiles, y se había dispersado toda la multitud.