La publicación de «Los Archivos de Twitter» ha puesto a los demócratas a la defensiva y a los republicanos a acusarles de violar la Primera Enmienda, que protege la libertad de prensa y de expresión.
La trama se refiere a un conglomerado de correos electrónicos entre los empleados de Twitter acerca de las políticas de la empresa y en cómo se tomaron decisiones, tales como suspender cuentas y ocultar publicaciones.
Se cree que con la llegada de Elon Musk a la dirección de la compañía, este decidió dar la información privilegiada a ciertos periodistas. Entre ellos Matt Taibbi y Michael Shellenberger.
Como parte de estas revelaciones, trascendió que un ejecutivo de Twitter se encargaba personalmente de monitorear todas las publicaciones de Donald Trump y Joe Biden.
Además, se supo que altos cargos del Gobierno de Biden -como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS)- sostenían reuniones con el personal de Twitter y que hubo prácticas que promovían la censura.
La representante demócrata de las Islas Vírgenes Stacey Plaskett se refirió a Taibbi como un «supuesto periodista» durante la segunda sesión del Subcomité selecto sobre el Uso del Gobierno Federal como un Arma
La legisladora demócrata de Houston, Texas, Sylvia García presionó a Taibbi, un reportero independiente, para revelar quiénes fueron sus fuentes.
El subcomité se dedica a indagar la relación de poder entre Twitter y el Gobierno de Estados Unidos, previo a que Elon Musk adquiriera la red social.
«Cuando a los reporteros de #TwitterFiles se les dio acceso a los documentos internos de Twitter el año pasado, primero nos enfocamos en la empresa, que a veces actuó como un poder por encima del gobierno. Pero Twitter era más como un socio del gobierno», escribió Taibbi, compartiendo capturas de pantalla de documentos internos.
«Con otras empresas de tecnología, celebró una ‘reunión de la industria’ regular con el FBI y el DHS, y desarrolló un sistema formal para recibir miles de informes de contenido de todos los rincones del gobierno: HHS, Hacienda, NSA, incluso la policía local. Los correos electrónicos del FBI, DHS y otras agencias a menudo venían con hojas de cálculo de cientos o miles de nombres de cuentas para revisar. A menudo, estos se eliminaban poco después», escribió en un hilo en la red social.
«Usted le está pidiendo a un periodista que revele sus fuentes»
En la sesión del jueves, los demócratas parecían muy interesados en indagar quién facilitó toda esta información a los periodistas. Algo que, para la parte republicana del panel, fue un ataque a la libertad de prensa.
La representante García insistió en que Taibbi nombrara su fuente. A lo que el periodista se negó en más de una ocasión. «¿Así que no nos dirá si Musk se acercó a usted?», presionó García.
«Usted le está pidiendo a un periodista que revele sus fuentes», replicó Taibbi.
«Él no va a revelar su fuente y el hecho de que los demócratas lo presionen para que lo haga es una violación de la Primera Enmienda», interrumpió el republicano Jim Jordan, líder del Comité Judicial.
Taibbi publicó tuit explicando cómo descubrió que la plataforma bloqueó de la red un reportaje del New York Post sobre Hunter Biden, el hijo del presidente, luego de que
También citó la decisión de la plataforma de bloquear una historia del New York Post sobre la computadora portátil de Hunter Biden en 2020.
«Los republicanos han traído a dos de los escribas públicos de Elon Musk para publicar correos electrónicos seleccionados y fuera de contexto y capturas de pantalla diseñadas para promover su narrativa», dijo Plaskett, quien también llamó a Taibbi «este supuesto periodista»
Previamente, el Subcomité sobre el Uso del Gobierno Federal como un Arma había descubierto que la Comisión Federal del Comercio (FTC, en inglés), una agencia del Gobierno de los Estados Unidos, exigió a Twitter enviarle un listado con las identidades de los periodistas que habían mantenido un nexo con la red social.
También pidió acceso a las comunicaciones internas de Musk. Además, solicitó acceso a la nueva suscripción Twitter Blue.
Musk compró Twitter en octubre pasado.