La presente semana ha estado marcada por el inicio de acusaciones en sedes judiciales por la Fiscalía General de la República (FGR) contra cinco clicas (unidad básica de organización de esta estructura criminal) de la Mara Salvatrucha 13, la pandilla más transnacional del mundo; el número puede parecer no relevante ante la otrora poderosa estructura delictiva criminal conformada por al menos 230 células, pero es relevante por las zonas de operación e influencia de maldad que tenían en San Salvador, La Libertad, Santa Ana, San Vicente y San Miguel. Es una distribución geográfica representativa y que representa al menos a 1,589 pandilleros, y dentro de estas acusaciones está una contra la clica emblemática Tecla Locos Salvatruchos con 896 pandilleros, que se jactaba de que nadie podía contra esta estructura. Y en la zona oriental 416 imputados acusados de la clica Park View Locos Salvatruchos.
La imposición de medidas forma parte del inicio de este proceso ante tribunales contra el Crimen Organizado, estos requerimientos de la FGR son para solicitar que pandilleros criminales a quienes se les imputan varios delitos y se encuentran acusados en otros tribunales, ante otros jueces, se agrupen en una sola causa. Es similar al proceso judicial contra los cabecillas de la Mara Salvatrucha 13, solo que ahora a nivel de clicas. Históricamente no se capturaba, y si se capturaban quedaban en libertad entre dos y seis días en promedio, o con medidas alternas a la detención. Lo cual generó impunidad, burla, risa, menosprecio a nuestras autoridades por parte de los pandilleros, e incluso era una herramienta de reclutamiento decirles a los recién iniciados que no les pasaría nada y que, si los agarraban, los pondrían en libertad, así de real y de lamentable.
El presidente de la república, Nayib Bukele, por medio del ministro de Justicia y Seguridad Pública, ha presentado ante la Asamblea Legislativa diferentes reformas, propuestas, iniciativas, al Código Penal y Procesal Penal, leyes especiales para establecer leyes acordes con la realidad delictiva y criminal de las estructuras de las pandillas. La Asamblea Legislativa período 2021-2024 aprobó las solicitudes del Órgano Ejecutivo y los resultados han sido evidentes.
El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, la FGR, Policía Nacional Civil (PNC) y el apoyo invaluable de la Fuerza Armada han logrado desmontar la capacidad operativa a escala nacional de las pandillas de hacer daño a la población, se encuentran capturados y procesados. En esta etapa y en lo que falta de 2024 vamos a comenzar a ser testigos de las primeras condenas a cabecillas, mandos, sicarios, asesinos en serie, palabreros de la Mara Salvatrucha 13 y de otras estructuras criminales.
La justicia llegó para las víctimas y sus familias, tarde por la falta de voluntad, por los pactos y acuerdos con el crimen organizado y las pandillas por parte de grupos de poder, tomadores de decisiones y exfuncionarios a los que solo les importó mantenerse, llegar al poder o lucrarse.
Este esfuerzo en sedes judiciales continuará con más clicas y tribus, es el arranque, es una muestra de todo el poder coercitivo del Estado contra las pandillas, la base, las reformas legales al delito de agrupaciones ilícitas, pero además proposiciones y conspiraciones por homicidios agravados, personas desaparecidas, droga, lavado de dinero y otros delitos graves. Ahora sí, a los pandilleros criminales se les acabó la fiesta que les permitieron gobiernos anteriores por haber canjeado poder y dinero por la sangre de la sociedad salvadoreña, la pérdida de empresas y empleos, viviendas y, sobre todo, la desesperanza que se tenía y que era una costumbre. No más víctimas vencidas y en el abandono. Al personal fiscal, de investigaciones y áreas técnicas y científicas forenses de la PNC, que Dios les bendiga en todas las audiencias y que se les entregue la victoria en las sedes judiciales.