El exalcalde de Metapán Juan Umaña Samayoa y Romelia Guerra, propietarios de Gumarsal y otras sociedades, encontraron en los préstamos exprés tramitados en el sistema financiero, la modalidad perfecta para legalizar el dinero ilícito, según la Fiscalía General de la República.
En la pericia financiera contable los expertos descubrieron que el conglomerado Gumarsal comenzó a obtener créditos rotativos con diversos bancos, pese a que no tenían la necesidad de hacerlo por su capacidad económica.
Pero los imputados decidieron adquirir préstamos que un mes después eran cancelados en un tiempo récord y no esperaron los plazos establecidos en los contratos, la estrategia según el ministerio público, era pagarlos con el dinero ilícito y de esa manera lo legitimaban.
«Se cuestiona de esos créditos la forma en que se pagaban, que se pagaban de manera exprés, que no tenían una lógica comercial para adquirir préstamos, cuando la empresa tenía la capacidad para poder invertir», argumentó uno de los fiscales.
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Según la Fiscalía cada una de las sociedades que integran Gumarsal hicieron préstamos rotativos. «lo que buscaban era justificar que el dinero del sistema financiero que obtenían lícitamente lo pagaban con el dinero que obtenían de la producción comercial, pero lo que estaban era dándole legalidad al dinero ilícito», reiteró el representante de la Fiscalía.
Otro reproche que los fiscales le hacen a los procesados es el mecanismo que utilizaron entre las sociedades ya que entre las empresas de Gumarsal se hicieron préstamos que no fueron documentados, una técnica que en materia de lavado de dinero los expertos llaman como «pitufeo».
Los expertos en investigación de lavado de dinero definen el «pitufeo» como el intercambio de dinero en pequeñas cantidades que luego son ingresadas en cuentas bancarias, esa fue una de las modalidades que Gumarsal implementó para que no se les detectara el blanqueo, señaló la Fiscalía.
Los peritos detectaron esa modalidad de préstamos que se hacían entre las sociedades a través de la contabilidad, incluso el Ministerio de Haciendo cuestionó al conglomerado ya que no había declaración de impuesto sobre la renta debido a que esos créditos no tenían ningún soporto jurídico, es decir un contrato que respaldar la procedencia de los fondos que se depositaban de una empresa a otra.