El expresidente Mauricio Funes, quien acumula seis órdenes de captura en diversos tribunales de San Salvador, admitió que sí hubo corrupción en uno de los casos donde es acusado de favorecer a la empresa italiana Astaldi mediante un arreglo directo y de haber recibido sobornos en la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral, situada en San Luis de la Reina, San Miguel.
Las investigaciones fiscales señalan que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) le pagó $108 millones a Astaldi por la obra inconclusa. Funes es acusado de haber participado en un arreglo directo entre el representante legal de Astaldi, Mario Pieragostine Marocchi, y el expresidente de la autónoma Leopoldo Samour.
Tras decir —sin presentar pruebas— que hay posible corrupción en el Hospital El Salvador, Funes afirmó el pasado jueves en una entrevista que lo compara con El Chaparral: «Pero eso no significa que estoy aceptando los delitos que me imputan, pero que ha habido corrupción en la presa El Chaparral sí ha habido. Que a mí me imputen la construcción y lo que se le pagó a la empresa constructora Astaldi es lo que no se sostiene, porque el presidente de la república no toma decisiones en la CEL».
Según el ministerio público, Astaldi suspendió la obra porque encontró irregularidades en el estudio de factibilidad, diseño y adjudicación de la construcción. Aproximadamente un año después, Astaldi aumentó los costos de la obra argumentando que se debía rediseñar la obra porque una de las montañas «se movió» a causa de la tormenta tropical Agatha.
CEL finalizó el contrato con Astaldi y la indemnizó con los $108 millones, pese a que la obra solo tenía un 29.9 % de construcción.
«Convencieron a la junta directiva de que se cerrara el contrato y así negociar el pago de $28.5 millones a Astaldi. Ese es un proceso que se dio sin mi conocimiento, porque yo no conozco lo que hace la asamblea de gobernadores de CEL, porque es una empresa autónoma», argumentó Funes.
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Por este caso, Funes enfrenta los delitos de lavado de dinero, agrupaciones ilícitas e instigador en el delito de peculado en el Juzgado Noveno de Instrucción. Asimismo, la Fiscalía incluyó en este expediente a Mecafé y a Samour Gómez, por peculado; a Pieragostini Marocchi, por soborno, y a José Efraín Quinteros, por lavado. Los tres imputados también son procesados por agrupaciones ilícitas, mientras que Ada Mitchell Guzmán Sigüenza solo es señalada por lavado de dinero.
VENDEDOR DE JOYAS Y VEHÍCULOS
Un medio nicaragüense aseguró que Funes se dedica a la venta de joyas y vehículos de manera ilegal. «Fuentes políticas y empresariales nicaragüenses han dicho que Mauricio Funes está lavando la fortuna que se llevó de El Salvador, mediante operaciones comerciales ilegales que viene ejecutando desde hace algunos años en Nicaragua», citó el medio «Trinchera de la Noticia». Agregó que «el expresidente salvadoreño está dedicado también a la venta de joyas y piedras preciosas que él personalmente lleva a los compradores». Estas declaraciones fueron negadas por el prófugo.