La guerra contra las pandillas que lanzó el presidente Nayib Bukele mediante el Plan Control Territorial, en combinación con las medidas extraordinarias aprobadas con el régimen de excepción, ha permitido que El Salvador renazca y que en todo lo largo y ancho del país se pueda vivir con más tranquilidad y seguridad.
Sin embargo, el Plan Control Territorial también tiene efectos sobre el crimen transnacional. Uno de los componentes de este plan es la modernización de los equipos tanto de la Policía Nacional Civil como de la Fuerza Armada.
Ha sido gracias a que ahora los militares tienen mejores equipos y una dirección comprometida con el bienestar de la población que hoy sí se sienten los efectos positivos de su lucha contra los delincuentes, en apoyo a la Policía.
En los tres años del Gobierno, la cantidad de droga decomisada a organizaciones criminales internacionales asciende a 28.4 toneladas, superando de esa forma los cinco años de la última administración del FMLN, que solo logró incautar 23.1 toneladas, revelando, una vez más, su falta de compromiso para combatir a los delincuentes, con quienes tenía pactos a cambio de apoyo electoral.
Al respecto, buena parte de la droga decomisada ha sido en altamar, gracias al trabajo de la Fuerza de Tarea Naval Tridente. Se trata de 19.5 toneladas de cocaína, con un valor en el mercado de Estados Unidos, el principal consumidor, de $488.4 millones. Pero la lucha frontal contra el narcotráfico no solo se da en el mar, sino también territorio adentro, donde se han reportado numerosas incautaciones, a diferencia de lo ocurrido en los gobiernos pasados, que tenían casi nula actividad al respecto.
El último decomiso de droga realizado por la Fuerza de Tarea Naval Tridente se efectuó a 470 millas náuticas (más de 800 kilómetros mar adentro) y consistió en 3.1 toneladas de cocaína. En el operativo, además, se detuvo a tres ciudadanos ecuatorianos, quienes hundieron la embarcación en la que se transportaba la mercadería, en un esfuerzo por ocultar las evidencias.
La Fuerza de Tarea Naval Tridente también trabaja de manera coordinada con equipos de otras naciones en contra de las estructuras criminales que operan a través de las fronteras internacionales.
Todos estos esfuerzos hacen que El Salvador sea ahora una nación más segura. Dejó de formar parte de las listas de los países con más homicidios e inseguridad, lo cual es una enorme ventaja para atraer a más turistas y mayor inversión extranjera.