Situada a orillas del lago salado de Larnaca, en el sur de la isla, la ciudad, cuya superficie podría ser de al menos 25 hectáreas, se remonta a finales de la Edad de Bronce y habría prosperado entre el 1.600 y el 1.100 a. C., explicó Giorgos Georgiou, director interino del departamento de Antigüedades de Chipre.
«La riqueza de la ciudad parece haberse basado en la producción de cobre y en el comercio con las culturas cercanas y lejanas», agregó el responsable, en un mensaje enviado a AFP.
Entre los hallazgos también figuran fastuosas tumbas, descubiertas en julio por un equipo de la universidad de Gotemburgo.
«Teniendo en cuenta la riqueza de los objetos funerarios, podemos pensar con toda lógica que se trataba de tumbas reales », señaló Peter Fischer, profesor de arqueología y jefe de la expedición, en la web de la universidad.
Estas tumbas son cámaras subterráneas a las que se accede por un pasaje estrecho desde la superficie.
«Hemos encontrado más de 500 objetos enteros repartidos en dos tumbas», agregó el científico, que realiza excavaciones alrededor de Hala Sultan Tekke desde 2010.
En su opinión, cerca de la mitad de los objetos descubiertos eran importados, sobre todo de Egipto, Afganistán e India.
«Las tumbas contenían toda una serie de objetos funerarios, entre ellos cerámicas y objetos de decoración producidos localmente, así como muchas joyas y otros objetos importados», según Georgiou.
También había objetos metálicos, como joyas de metales preciosos, diademas, puñales, cuchillos o espejos en bronce.