El presidente Nayib Bukele lanzó este miércoles la quinta fase del Plan Control Territorial, que consiste en cercar municipios y extraer hasta al último de los pandilleros y delincuentes que haya. El modelo es el operativo desarrollado en Comasagua hace unas semanas para desarticular una estructura criminal que había asesinado a un ciudadano que no pagó las extorsiones.
El presidente hizo su anuncio ante 14,000 soldados en formación, quienes participarán en apoyo a la Policía Nacional Civil para ejecutar las detenciones de los delincuentes.
Los megaoperativos de cierre de ciudades permitirán a las autoridades extraer a los pandilleros que todavía se ocultan. Gracias al marco legal proporcionado por el régimen de excepción, el Gobierno ha logrado la captura de más de 58,000 pandilleros y colaboradores de las organizaciones terroristas para que enfrenten la justicia.
Para efectuar los despliegues alrededor de los municipios —que serán grandes ciudades, no solo pequeñas poblaciones— se requiere de mucha tecnología e investigación previa de la Policía Nacional Civil, que va a coordinarse con la Fuerza Armada, como lo ha hecho a lo largo de ocho meses desde que se inició el régimen de excepción y que fortaleció la guerra contra las pandillas.
Gracias a la sostenida política en contra de los grupos criminales, El Salvador goza hoy de niveles de seguridad nunca vistos en su historia. Por esta razón, los ciudadanos respaldan masivamente al presidente Bukele, porque ha sido el único gobernante que realmente ha cumplido con el mandato constitucional de proteger la vida de las personas en lugar de pactar con los pandilleros, como hicieron ARENA y el FMLN con tal de obtener votos.
La guerra frontal en contra de las maras tiene todo el apoyo del pueblo salvadoreño, que ve en ella el principal argumento para la reelección del presidente Bukele. Además, los ciudadanos reconocen positivamente que el país va en el rumbo correcto hacia el despegue económico, con mejores vías de comunicación y la protección de la salud, además del impulso a la educación.
Únicamente los sectores más recalcitrantes de la oposición no saben reconocer que ahora los salvadoreños están mejor gracias a los altos niveles de seguridad, y en lugar de respaldar los esfuerzos, buscan boicotear al Gobierno, con tal de defender a los pandilleros que han sido detenidos y sacados de las comunidades, donde por décadas impusieron el terror entre los ciudadanos honrados y trabajadores.