Noviembre de 2022 finalizó como el mes más seguro de la historia de El Salvador. El país, que fue el más peligroso y mortífero del mundo durante los gobiernos de ARENA y del FMLN, de la mano del presidente Nayib Bukele se ha convertido en el más seguro de Latinoamérica.
El presidente Bukele lo destacó ayer en redes sociales: «Si anualizamos la tasa de homicidios de noviembre, El Salvador (hace poco el país más peligroso del mundo) tendría 2.5 homicidios anuales por cada 100,000 habitantes». De hecho, en el último día de noviembre no hubo asesinatos en el país, de acuerdo con los registros de la Policía Nacional Civil (PNC).
Este resultado no tiene precedentes en la historia nacional y es gracias a los esfuerzos de policías y militares que han sido desplegados en el Plan Control Territorial, además de que poseen las herramientas legales necesarias para enfrentar a los criminales debido a la vigencia del régimen de excepción.
Durante el régimen de excepción, las autoridades han detenido a más de 58,000 pandilleros y colaboradores de las estructuras delincuenciales, a las que se les han decomisado 2,358 vehículos, de los cuales 500 utilizan las fuerzas de seguridad precisamente para combatir a las maras.
A pesar de estos resultados tan positivos, la oposición y sus aliados internacionales han querido empañar el ambiente de seguridad que se ha conseguido durante la administración del presidente Bukele, cuando han salido a defender a los pandilleros, aduciendo que con sus detenciones se violan sus derechos humanos.
Ningún opositor, político o miembro de alguna ONG nacional o extranjera se pronunció antes por las masacres que cometieron los pandilleros, por las extorsiones o las violaciones ejecutadas en barrios y comunidades. Pero no solo eso, tampoco dieron sus votos para aprobar inicialmente el financiamiento del Plan Control Territorial en la vieja Asamblea Legislativa, en donde incluso boicotearon la aprobación de créditos.
Recientemente, ARENA-FMLN y sus acólitos se negaron a aprobar el régimen de excepción y sus sucesivas prórrogas, y priorizaron a los criminales y no a las víctimas.
Sin embargo, el pueblo salvadoreño sí está consciente de los verdaderos cambios que surgieron al volverse irrelevantes los partidos obsoletos y darle al presidente Bukele los votos necesarios para implementar el Plan Control Territorial y el régimen de excepción. Es para el pueblo que el Gobierno trabaja para llevar seguridad, desarrollo y prosperidad.