Un informe publicado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), basado en datos del Banco Central de Reserva (BCR), destacó que la inversión del sector privado alcanzó el 18.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021, siendo la más alta desde 1960.
La investigación señala que la inversión alcanzó los $5,291 millones en 2021, lo que significa un incremento de $1,441 millones con respecto al año previo cuando los capitales invertidos acumularon el 15.7% del PIB.
Fusades señala tres momentos de la historia de El Salvador en donde la inversión de capitales presentó una acumulación destacada: 1978 cuando representó el 15.6 %, «debido a los buenos precios internacionales del café y el ciclo de inversiones públicas que incentivaron inversiones privadas y extranjeras».
El siguiente año importante fue 1995 cuando las inversiones alcanzaron el 15.2 %, «derivado de la firma de los Acuerdos de Paz y las reformas económicas para promover exportaciones que aumentaron la confianza, pero luego perdieron fuerza», indica la entidad.
Mientras en 2008 llegó al 15.9 %, lo que según Fusades se atribuyó inversión en la banca, las telecomunicaciones, y el surgimiento de nuevos sectores productivos como los call centers, hoteles, textil sintético y la empresa Aeroman.
Sin embargo, el 18.4 % reportado en 2021, es una cifra sin precedentes para el país, que el Gobierno atribuye al buen clima de inversión propiciado por la gestión del presidente Nayib Bukele.
Al respecto, el comisionado de Proyectos Estratégicos, Cristian Flores consideró que «estos son hechos concretos, muestra que vamos por el buen camino. En 2022 seguimos reduciendo la tramitología, generando cada vez un mejor clima de inversión y más oportunidades de empleo»
La publicación de Fusades también señala tres factores que beneficiaron el incremento de la inversión privada del año pasado, estos son: el efecto de la pandemia ya que algunas inversiones previstas para 2020 debieron retrasarse a 2021.
Otro de los factores fue la recuperación de los montos de exportaciones, importaciones y remesas que marcaron cifras récord durante todo el año pasado y finalmente destacan el efecto del rezago de permisos de construcción paralizados desde 2017.