José Noel Díaz tiene 45 años de dedicarse al oficio de herrero, un trabajo arduo pero satisfactorio para él, pues cuenta que a los 63 años se siente «pollón» y con ánimos de seguir manteniendo viva la tradición de elaborar distintas herramientas de calidad.
El artesano reside en la ciudad de San Rafael Cedros, Cuscatlán. Hace cumas, barras, hierros para marcar ganado, cuchillas para máquinas picadoras de zacate, palas dúplex, entre otros objetos Fotos Mirna Velásquez como grinfas para doblar hierro.
«Ese trabajo de herrería a los muchachos ya no les gusta, ya nos estamos acabando [los artesanos del hierro], ya somos reliquias», mencionó al reconocer que las nuevas generaciones no están interesadas en seguir con este trabajo.
Su experiencia creando todo tipo de herramientas le ha permitido que ya no salga a comercializar a la plaza lo que elabora. «Aquí en la casa termino [lo que elabora] palas dúplex, barras», agrega José.
Se ríe al relatar que en el pueblo lo conocen como el Chucho, y sin explicar por qué le dicen así, asegura que es la forma con la cual los conocidos lo recomiendan para que les haga una que otra pieza.
«A veces hay encargos; si no, hago yo para que no me agarren en curva [los clientes], la gente siempre me busca», aunque aclara: «A mí no me gusta darme mucho taco», evitando aceptar con sus palabras que es un artesano del hierro muy reconocido.
Ninguno de sus hijos quiso seguir sus pasos, y confirma que en el municipio ya nadie quiere aprender el oficio de herrero.
Asegura que no hay trabajo difícil si a la persona le gusta lo que hace, por lo que, en su caso, considera que no le cuesta forjar las herramientas y lo ve como un deporte.
«Estoy trabajando y pienso como que ando jugando fútbol, aunque antes jugaba, hoy ya no», comenta el artesano. En la actualidad, únicamente hay cuatro artesanos del hierro, la mayoría son adultos, y otros tienen su edad, pero han decidido ya no llevar a cabo este tipo de faenas con el hierro, según dijo.