En esto de producir «spots» para campañas presidenciales, de diputados y alcaldes hemos sentido el sabor de la victoria y de la derrota. En presidenciales perdimos una y ganamos dos, en alcaldías nos fue mejor. En algunos de los casos fueron triunfos electorales con personajes que van en contra del «manual del candidato ideal».
Para poder hacer nuestro trabajo de producción, siempre dependemos de un equipo de creativos y estrategas. El trabajo de la producción va de la mano con esa estructura. Así nos ha tocado trabajar con ideas muy innovadoras, las poco creativas, otras fusiladas de otras campañas que a su vez también fueron fusiladas de otras y así va el ciclo de campaña en campaña.
La lista de tomas es la misma de siempre, no importa el candidato ni el partido: amaneceres con el volcán de fondo, el jinete cabalgando con la bandera en medio del monte, atardeceres en la playa, niños y más niños, el minutero, etcétera, aunque algunas de estas imágenes ya están asociadas a los partidos tradicionales: el gritón y el jinete, a los de ARENA. Poco hay que inventar, la clave está en cómo se presentan esos mismos escenarios con un «copy» motivador. Hay ideas de ideas. Aquí les comparto las que creo que han quedado en nuestro portafolio de la publicidad política en las que hemos participado no tanto por su calidad y creatividad, sino por lo que representó en su momento.
LA BICICLETA DE NORMAN
Cuando fuimos contratados por el equipo de Norman para producir sus «spots» en la contienda por la alcaldía de San Salvador, nos encontramos en un ambiente totalmente desconocido. Santiago, mi socio, había intentado seguir trabajando con las campañas del Frente, pero ellos lo habían rechazado. Me pareció extraño que después de que Santiago había producido todos los anuncios de la campaña de Schafik le dieron una patada y se quedó silbando en la loma.
Hicimos la labor de mercadeo y logramos que el equipo de Norman nos contratara. Estábamos cruzando la línea ideológica. Uno de los primeros «spots» que trabajamos fue el de Norman en bicicleta. La idea básica del equipo creativo de la campaña era exponer al candidato como una persona muy saludable, dinámica y cercana a la juventud. ¿Cómo resolverlo? Pues que se paseara en una bicicleta por la ciudad, a veces, solo a veces, con un grupo de ciclistas.
Hice mi papel de productor: fui a hacer scouting a los puntos que creíamos más emblemáticos de la capital para que el candidato reflejara la cercanía con los capitalinos. Una vez ubicados los lugares, habría que buscar las bicicletas. No fue tarea fácil conseguir 20 bicicletas, tuve que recurrir a los que alquilan en los Planes y en La Chulona. Llegó el día de la producción, tempranito frente a la Catedral estaba yo esperando con las bicicletas para distribuirlas.
El candidato puntual, los extras puntuales, vino el llamado 3, 2, 1, acción… No habíamos avanzado ni dos cuadras cuando de pronto los ciclistas se fueron apartando del pelotón rumbo a otra dirección que no estaba prevista en el guion. ¡Nos estaban hueveando las bicicletas! Así termino aquella primera producción, 20 bicicletas robadas y con la amenaza de los dueños de hacer una conferencia de prensa para demandarnos si no las pagábamos. Afortunadamente, esa elección la ganó Norman, afortunadamente porque la agencia encargada de la campaña nos ayudó a pagar las bicicletas.
Moraleja: Si van a producir comerciales, estén seguros de que sus modelos no sean malacates.
LA CUBANA
Un «spot» que pasará a la historia por lo controversial fue uno que Santiago hizo para el Frente. Pues resulta que dentro de los muchos extras que participaron en la realización estaba una cubana. El entonces ministro de Gobernación, acérrimo anticomunista, Acosta Oertel, se dio cuenta de la participación de la que él considero una intromisión en la política nacional y ordenó su expulsión. El «spot» salió al aire, pero la cubana tuvo que salir del país.
Moraleja para los productores: verifiquen bien la nacionalidad de sus modelos.
ESCÚCHANOS
Quizás uno de los anuncios que más simpatía generó fue el que hicimos con un puñado de cipotes que después de recorrer varios puntos del país terminaban entrando al Teatro Nacional. El jingle era una idea original de uno de los asesores brasileños que vinieron a hacer la campaña de Salvador Sánchez Cerén. El coro del jingle, que supuestamente era de niños, fue grabado por una maestra profesional de canto; fue tan bien realizada la composición musical que los cipotes creen hasta el día de hoy que las voces que salen en el comercial eran de ellos, pero la verdad es que fue todo logrado en un estudio de grabación con voces profesionales.
Hay quienes aseguran que este «spot» fue muy importante en la victoria del Frente en las presidenciales. Por cierto, esta campaña tuvo como característica principal esconder al candidato, porque, según las encuestas, no era lo suficientemente atractivo para el votante y en su lugar la recomendación era aprovechar la imagen del partido, que en ese entonces gozaba de mucha popularidad.
Moraleja: A veces no mostrar a tu candidato es la mejor estrategia.
VAMOS CON TODO
Cuando María Olabuenaga vino al país para asesorar a Rodrigo Ávila en su campaña por las presidenciales, fue una gran nota. Una mujer ganadora de varios León de Oro en publicidad no era para menos. El primer y único «spot» que dirigió con el candidato fue una total frustración para ella y para el equipo de producción. No recuerdo cuántas horas repasamos el guion a cámara, y el candidato no lograba la intención que la directora deseaba. Ella, una mujer de pequeña estatura pero con un garbo imponente, perdió la paciencia y finalmente se dirigió radicalmente al que pretendía ser presidente del país y espetó: «Señor, si usted quiere ser presidente de este país, debe agarrarse bien los de abajo y darme la intención para que la gente le crea». Hubo un silencio total en el set, y él cándidamente sonrió y le dijo: «No se preocupe, en la próxima toma lo hago mejor».
Moraleja: Ser exitoso en publicidad comercial no te asegura ser exitoso en publicidad política.
Y así comparto algunas anécdotas de las campañas que nos ha tocado producir.
PD: Lo importante es entender que en producción siempre funcionan las tomas del pescador tirando la atarraya, el campesino arando la tierra y la sonrisa honesta en una viñeta; esas tomas nunca pasarán de moda, especialmente si son producidas con personajes reales, motivados por su partido y su causa.