El ministro de Salud, Francisco Alabi, y la coordinadora de proyectos de salud y nutrición del despacho de la Primera Dama, Elisa Gamero, destacaron los beneficios que la Ley Nacer con Cariño trae a la población salvadoreña.
Alabi recalcó que, en el pasado, El Salvador no contaba con las condiciones adecuadas para atender un parto, algo que reafirmó Elisa Gamero de la siguiente manera:
«¿Cómo es posible que en El Salvador le estuvimos dando la bienvenida de esta manera al recurso más valioso que tiene el país, su gente?», expresó durante la entrevista en Noticiero El Salvador.
En ese sentido, el ministro de Salud aseguró que El Salvador es el primer país en Centroamérica que ha aprobado una normativa como la Ley Nacer con Cariño, orientada a garantizar una atención digna y con calidez durante el proceso de gestación.
Ambos coincidieron en que, antes de la aprobación de la Ley Nacer con Cariño, existían restricciones que constituían un trato indigno durante los partos, que se sumaban a unas pésimas instalaciones.
«Antes de la aprobación de la Ley Nacer con Cariño se restringía a las madres la ingesta de líquidos durante la labor de parto», lamentó Alabi. «Otras restricciones incluían negar el ingreso de acompañantes durante el proceso de alumbramiento».
La Ley Nacer con Cariño «permite que la madre pueda optar por las posiciones que considere adecuadas para dar a luz. Eso antes no se podía», afirma por su parte Gamero. «El proceso de parto es un proceso de movimiento», añadió.
También garantiza que una persona acompañe física y emocionalmente a la madre en el proceso de parto, en un ambiente cálido y seguro
«Tenemos la convicción de que cada madre, cada padre, cada bebé debe tener un trato digno y con respeto», complementó Alabi.