La salud es un bien que todos deseamos y que tratamos de cuidar siempre. Para lograrlo, los ciudadanos tenemos diversas opciones. La más importante de todas ellas es la capacidad de prevenir. La prevención en materia de salud solo se puede lograr mediante la educación y la información; es aquí cuando la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) cumple su función.
Es muy importante que los salvadoreños dediquemos algunos esfuerzos a informarnos, a leer las letras pequeñas de los medicamentos que consumimos, particularmente, cuando compramos y tomamos las llamadas «medicinas de venta libre» en farmacias y lugares autorizados.
Lo anterior es la parte que el consumidor debe aportar, pero ¿cómo sabemos que lo que dice la publicidad de los medicamentos en sus envoltorios y descripciones es cierto? Acá es cuando la DNM protege al consumidor. Primero, certifica que lo que producen y ponen a la venta los laboratorios y las farmacéuticas cumple los estándares de calidad, por eso todo medicamento a la venta debe contar con un registro. La Ley de Medicamentos vigente en el país establece que son atribuciones y deberes de la DNM calificar la propaganda de todos los productos que se ofrecen al público.
Para dar cumplimiento a lo anterior, la DNM cuenta con la Unidad de Promoción y Publicidad, que es la que, constantemente, autoriza y vigila las promociones y la publicidad de los medicamentos. Con esto se evita la práctica de la «publicidad engañosa» que, en cuanto a temas relacionados con la salud, conlleva un alto riesgo.
Este monitoreo constante de la promoción y publicidad de los productos farmacéuticos se hace con la finalidad de garantizar que el ejercicio de las propagandas publicitarias y las promociones se encuentren en concordancia con la normativa, y así evitar el uso indebido de estas.
El uso indebido se puede deber a omisiones, exageraciones o inexactitudes que pueden inducir al consumidor a engaño, error o confusión sobre el origen de los productos, componentes o ingredientes, así como beneficios o implicaciones adversas (contraindicaciones o efectos secundarios).
Esta tarea que hace la Unidad de Promoción y Publicidad incluye los medios de comunicación masiva: internet, radio, prensa, televisión, vallas publicitarias, carteles, traseras de buses y similares; pero también se hace «in situ» con inspecciones sorpresa a establecimientos de venta de productos farmacéuticos, todo con el objetivo de garantizar que la publicidad y la promoción estén en regla. Ante cualquier denuncia o consulta por temas de publicidad y promoción se ha habilitado el correo [email protected]. Recuerda que la salud está en nuestras manos. La prevención y la información son la clave. La información es poder.