E l Salvador tiene a disposición de la población cinco vacunas contra la COVID-19 (AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Sinovac y Sinopharm) cuya seguridad y efectividad ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser administradas a escala mundial para prevenir las formas graves y la muerte a causa del coronavirus y sus variantes.
La asesora regional de inmunización en el Departamento de Familia, Género y Curso de Vida de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Alba Ropero, explicó en un conversatorio virtual sobre vacunas que, actualmente, la OMS ha verificado la evidencia científica para avalar diferentes fármacos.
«Es importante que hagamos énfasis en la calidad del proceso de producción de las vacunas. Ellas pasan por un riguroso proceso de fase de investigación preclínica, clínica y luego fases para ver seguridad, número de dosis y todo ese proceso se ha hecho de forma muy rigurosa en una alianza con las asociaciones científicas a escala global.
Contamos con vacunas eficaces y seguras», dijo la doctora Ropero. Agregó que las tecnologías de RNA, virus atenuados, vectoriales en la fabricación de las vacunas no son nuevas, son mecanismos utilizados en la fabricación de otras vacunas; por ejemplo, para el SARS, la influenza, el MERS y otras, tal como se ha hecho con las elaboradas contra el coronavirus.
«Lo que es nuevo es la vacuna contra la COVID-19 porque es un virus nuevo, pero hace énfasis en que hay toda una ciencia e historia en investigación de vacunas que ha hecho vacunas seguras y efectivas», señaló Ropero.
La OMS ha avalado las vacunas de AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Sinovac, Sinopharm y Janssen, las cuales se aplican en diferentes países como El Salvador, con la única excepción de Janssen.
«La pregunta es ¿si estas vacunas protegen contra las variantes? Cuando El Salvador empezó su plan de vacunación hizo un plan de priorización de la vacunación con los adultos mayores, los trabajadores de salud, con aquellas personas que tienen enfermedades crónicas.
Eso tiene una razón, y la razón es que el objetivo de las vacunas es proteger contra enfermedades graves y la muerte. Los virus mutan, es una forma de sobrevivir.
Ahora hablamos de la variante delta y vamos a tener quizá en un futuro otros tipos de variantes. Los estudios muestran que la efectividad contra estos eventos, enfermedad y muerte, se mantiene muy alta en todas las vacunas aprobadas por la OMS», recalcó Ropero.
La experta en inmunización reiteró que para evitar complicaciones y letalidades lo importante es recibir el biológico, una situación que recientemente los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos enfatizaron, ya que una persona que no esté vacunada tiene 11 veces más posibilidades de morir por la enfermedad.
Lo afirmado por los CDC se basa en un estudio que dio seguimiento a más de 600,000 casos de la COVID-19 en 13 estados de EE. UU., desde abril hasta mediados de julio.
A medida que la variante delta se extendía a principios del verano, los que no estaban vacunados tenían 4.5 veces más probabilidades de infectarse que los completamente vacunados, 10 veces más probabilidades de ser hospitalizados y 11 veces más probabilidades de morir, según datos de los CDC retomados por el periódico «Los Ángeles Times».
«La vacunación funciona. La conclusión es la siguiente: tenemos las herramientas científicas que necesitamos para darle la vuelta a esta pandemia», dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, en una sesión informativa en la Casa Blanca.
En el caso salvadoreño, el país mantiene una de las cifras más bajas de mortalidad en Latinoamérica a causa del virus, sin embargo, el promedio de decesos diarios durante los últimos días ha rondado los 12.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, en reiteradas ocasiones ha manifestado que la mayoría de las letalidades registradas es de personas que no se habían vacunado o que no tenía su esquema completo, es decir, las dos dosis requeridas.
Asimismo, ha recalcado la importancia de continuar cumpliendo las medidas de bioseguridad para prevenir contagios, ya que la vacuna no evita que las personas transmitan o se vuelvan a enfermar de coronavirus.
Esta postura es señalada también por el profesor e investigador de la Universidad del País Vasco Gorka Orive, quien detalló en Twitter que la función principal de las vacunas es la prevención de la enfermedad grave y, además, reafirmó que son efectivas.
«Es importante recordar que las infecciones en personas vacunadas no reflejan falta de eficacia o efectos secundarios. Las vacunas no fueron diseñadas para evitar infecciones. Su principal función es prevenir la COVID-19 grave, y afortunadamente están siendo muy efectivas», resaltó Orive.
A la vez, el experto en farmacología lamentó que la población, a pesar de tener a disposición biológicos efectivos contra la COVID-19, se esté resistiendo a vacunarse, y ejemplificó la situación reportada en Estados Unidos.
«En Estados Unidos, se han producido desde abril 100,000 fallecidos por la COVID-19, aun y cuando hay total disponibilidad y acceso a las vacunas.
Resulta casi imposible entender a estas alturas cómo se puede hacer frente a la pandemia renunciando a la mejor herramienta existente», puntualizó Orive.
La recomendación de las autoridades de Salud salvadoreñas para la población es acudir oportunamente a vacunarse contra el virus y continuar cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad para prevenir cualquier contagio de la COVID-19, para evitar una complicación de salud.