La disfunción eréctil es un problema común que surge, en muchas ocasiones, debido a otras afecciones, a veces físicas y a veces emocionales. Para contrarrestar la situación y obtener resultados satisfactorios en la relación sexual, uno de los medicamentos que se popularizó hace casi 25 años, cuando se descubrió que no era efectivo para tratamientos como angina de pecho, pero sí para producir una erección en aquellos que no lo lograban. Su presentación en pastilla color azul llegó para quedarse.
Desde entonces, su uso ha crecido y se ha convertido en el primer auxilio al que recurren los hombres, pero realmente ¿qué sabes de la famosa pastilla azul?
Lo primero es establecer para qué sirve: el sildenafilo es un «inhibidor selectivo de una enzima llamada fosfodiesterasa» que produce una dilatación de los vasos sanguíneos, es decir, se ensanchan, lo que permite que la sangre circule con mayor facilidad en el cuerpo. Lo que para el caso de una erección es fundamental.
En términos prácticos, sin una adecuada circulación es difícil o imposible que el órgano masculino pueda erguirse, pero esta enzima lo consigue.
Una vez entendiendo su línea de acción, hay otras variantes de suma importancia a comprender antes de intentar probar el medicamento.
El urólogo Carlos Rebollo expone que, si bien el fármaco es de venta libre y ahora viene es diferentes presentaciones, lo primero a tomar en cuenta es que no hay que automedicarse.
«Ya viene en diferentes presentaciones. En dosis de 50 ml, de 100 ml, de 150 ml. ¿Cuál es la dosis ideal? Esa dosis la decide el médico dependiendo de las causas que provocan la disfunción eréctil, porque esta patología no viene sola, es consecuencia de algo. Hago énfasis en esto porque ese es el punto clave para quitar el mito de que si la tomás te vas a morir, y no es porque la pastilla cause el problema, sino que la pastilla tiene precauciones y tiene contraindicaciones. La primera precaución es no automedicarse. Lo segundo, es recetada por un médico y, tercero, hay que conocer los efectos adversos», explica.
El especialista hace énfasis en que es necesaria la visita el médico para indagar si es apto o no para ingerir el medicamento. La primera razón es que a partir las precondiciones que el paciente pueda tener así será su efecto, por ejemplo, un hombre con enfermedades cardiacas (que recién ha tenido un infarto), con insuficiencia hepática, cirrosis (que siga un tratamiento con ketoconazol), padezca problemas en la retina, cataratas o glaucoma, puede tener efectos negativos si lo consume.
Al mismo tiempo, Rebollo explica que hay enfermedades que, al ser el origen de la disfunción, sino son tratadas difícilmente la pastilla logrará su efecto.
Algunos mitos
«Muchas veces se dice que la persona ha quedado muerta en la alcoba por culpa de la pastilla, pero no, ¿qué es lo que pasa? La automedicación y no conocer los aspectos de vital importancia es el problema […] No acudimos al médico, sino al amigo o vecino y le preguntamos qué hacer si hay problemas con la pareja. Entonces, compran el medicamento, se lo toman, están intentando una relación sexual y no responden. Luego van al baño para aumentar la dosis y tampoco funciona. Se toman otra por la ansiedad de cumplir y ahí se da la sobredosis».
Con este llamado de atención, el urólogo deja en claro que la pastilla no es el causante de un infarto por sí misma, sino tomarla sin el aval de un médico que indique la dosis pertinente. Señala, además que esta no debe consumirse por un tiempo prolongado, es decir, no es de uso permanente.
La idea de utilizarlo sin padecer disfunción para tener un desempeño mejor es equivocado, indica Rebollo. Advierte, también, que en los hombres jóvenes puede causar priapismo, que es una erección por más de seis horas que provoca dolor.
En cualquier caso, si hay una sobredosis y empiezan a sentir dolor de cabeza, dolor en el pecho o un desmayo la recomendación es visitar una unidad de emergencia lo más pronto posible.
Otro componente que actúa como el sildenafil es el tadafilo, con un resultado que dura hasta 72 horas, lo que quiere decir que producirá erecciones durante tres días en una jornada por cada día. El sildenafil es para una jornada de tres a seis horas.
De manera popular, también existe la creencia que el conocido Testitón produce el mismo efecto, pero el médico lo desmiente. Explica que el producto contiene testosterona (hormona masculina) por lo que su resultado es mayor masculinidad o aumento de virilidad, no así en conseguir que se erecte el miembro.
Algunos hombres han optado por hacer una mezcla entre el sildenafil y el tadafilo, pero -de nuevo- lo más recomendable es consultar con el especialista y en ningún caso ingerirlos combinados, porque está indicado para quienes en verdad padecen disfunción y se indican (por separado) a quienes su cuerpo les permita dilatar sus vasos sanguíneos sin causar un daño.
Rebollo reconoce que la consulta para resolver el problema de la disfunción es bastante común, lo que demuestra una actitud responsable por parte del hombre; sin embargo, insiste en que continúa la automedicación con alto riesgo.
Lo importante, dice, es reconocer que algo sucede, sin vergüenza ni tabú, y resolver el problema de raíz que no necesariamente es físico. La salud mental es clave.
La exhortación para los hombres es una gran dosis de ánimo y responsabilidad, para que puedan ser plenos y disfrutar de una relación sexual placentera sin comprometer su salud. ¡Ánimo, hombres!
PRECAUCIONES
Es necesario conocer los efectos adversos, entre ellos: dolor de cabeza, dolor en las extremidades, ruborizado en la cara, náuseas, vómitos. Si el medicamento produce un malestar mayor como dolor en el pecho o desmayo lo más recomendable es ir al hospital de emergencia.
Para los hombres menores de 40 que se automedican, puede causar ceguera parcial o priapismo (erección prolongada), por eso no deben consumirlo. Deben evitar la pastilla quienes padecen enfermedades cardiacas (o haber tenido un infarto), arritmias graves, insuficiencia hepática, problemas en los ojos (retina, cataratas, glaucoma), hipertensión arterial grave o sin control.
NO ES ADICTIVO
El urólogo Rebollo asegura que el sildenafilo no causa adicción porque es un medicamento, pero tampoco debe ser utilizado de manera permanente. El médico debe indicar la dosis y la frecuencia.
«No es para que los hombres jóvenes lo usen. Se receta para hombres después de los 40 años, pero está sucediendo que los hombres debajo de los 30 están indicándosela y se sugestionan pensando que si la consumen combinada con alcohol van a tener superpoderes o van a tener un mejor rendimiento», comenta.
QUITAR MITOS POR VERDADES
Mito. Si una pastilla no hace efecto, dos o tres sí lo harán.
Verdad. Si el médico receta el medicamento se puede usar y solo en la dosis indicada.
Mito. La combinación con el alcohol aumenta su efecto.
Verdad. El alcohol es depresor del sistema nervioso, causa el efecto contrario. Y al combinarlo no mejora que el miembro se erecte.
Mito. Cualquiera puede consumir la pastilla y siempre tendrá efecto positivo.
Verdad. Está indicada para hombres mayores de 40, es recetada solo si padece disfunción eréctil.