William Soriano, diputado de Nuevas Ideas, reveló a «Diario El Salvador» un incremento «desmesurado» de la deuda externa en los últimos 30 años, en especial durante los gobiernos del FMLN.
«Sobresueldos, corrupción, contratos dañinos al Estado, privatizaciones, sobornos, pago de votos de pandillas, obras fantasmas, fiestas, amantes, vicios, relojes, carros, mansiones, avionetas. Pasamos de tener una deuda externa de $2,000 millones a $19,808 millones desde 1989 a 2019», aseguró el diputado Soriano.
De acuerdo con el legislador, los gobiernos tanto de derecha como de izquierda han endeudado considera blemente al país con préstamos para enriquecerse con sobresueldos, con el desvío de fondos a ONG «fachada» y para «comprar voluntades» en su entorno político, como mecanismos fraudulentos para obtener dinero del Estado.
Según los datos expuestos por el diputado Soriano, los gobiernos del FMLN incrementaron la deuda de $10,387 millones a $19,808 millones al finalizar el mandato del Gobierno de Salvador Sánchez Cerén. Se estima que durante el Gobierno de Mauricio Funes se registró un aumento de $5,000 millones, aproximadamente.
En ese contexto, el asesor jurídi co de la presidencia, Javier Argueta, explicó que todo se deriva de las malas prácticas adoptadas por los gobiernos anteriores, como las asignaciones de fondos a organizaciones ficticias, que desencadenaron una serie de préstamos.
«Se desequilibraba el presupues to; por lo tanto, necesariamente tenía que hacerse préstamos internacionales y cubrir de otras partidas presupuestarias las necesidades públicas», afirmó el asesor jurídico.
Ante esto, el diputado Soriano coincidió con las afirmaciones de Argueta al señalar que «los anteriores gobiernos crearon una ruta perfecta para un agujero fiscal con proporciones catastróficas para el país».
Destacó que esta acción no solamente hizo ricos a unos, sino que creó un constante aumento de la deuda externa.
De acuerdo con el diputado de Nuevas Ideas Giovanny Zaldaña, el endeudamiento forma parte inherente del funcionamiento de todos los Estados, que se endeudan desde diversas perspectivas.
Sin embargo, en el caso de El Salvador, se endeudó bajo el justificante de traer beneficios al país, pero estos no llegaron nunca.
Asimismo, Soriano se refirió a los más de 30 años de deuda para obras que nunca se desarrollaron.
«Recibimos un Gobierno altamente endeudado, con serios problemas de seguridad, inversiones en Educación bajísimas, evasión fiscal por las nubes, migración forzada, alto grado de informalidad en la economía, sector agro deprimido, mala calificación crediticia, mala fama internacional», manifestó.
«Ahora pensamos en la deuda no como un despilfarro, sino para que sea utilizado de la mejor manera y se vea reflejado como una inversión para las actuales y futuras inversiones», expresó Zaldaña.
«Las mayorías tenían como solución huir del país, hacer comercio informal o enfrentarse a un voraz ciclo de violencia que lo habían construido los mismos políticos corruptos», detalló el diputado Zaldaña.
La parlamentaria Marcela Pineda enfatizó en que la inversión en gasto social será traducida en establecer una mejor calidad de vida para los salvadoreños y, por ende, un mejor futuro para el país.
La diputada Pineda explicó que para mejorar la actividad económica de los países es necesario implementar políticas públicas que aseguren las fuentes de financiamiento óptimas para su ejecución.
Durante los dos años de gestión del presidente Nayib Bukele, se ha apostado por la educación, la seguridad con propuestas como el Plan Control Territorial y la salud integral, en el cual destaca el combate de la pandemia y el equipamiento de los hospitales públicos.
Además de mejorar la infraestructura, se ha apoyado el desarrollo económico (recuperación y sostenibilidad), con la inversión de $600 millones en las mypes, se incrementó en 20 % el salario mínimo y se aprobó el financiamiento de $100 millones a las empresas.