Con un nivel masivo de consumo a escala mundial, los videojuegos representan algo más que el entretenimiento de una persona, son potenciales herramientas que al utilizarlas de manera adecuada pueden contribuir a erradicar, mantener y controlar problemas derivados de la salud mental de las personas.
Según múltiples expertos y estudios médicos, los videojuegos pueden llegar a contribuir en factores como la concentración y el estado de ánimo de las personas, pero también, ayudan para el tratamiento de trastornos específicos como el déficit de atención, el estrés postraumático y el deterioro cognitivo en niños y adultos.
Algunos estudios científicos han demostrado que los juegos de videos ayudan a crear y desarrollar mejores relaciones sociales, y fomenta un nivel de alegría mayor. Este recurso también refuerza el desarrollo de habilidades cognitivas como la mejora en la atención, la memoria, el control de los impulsos y el pensamiento flexible.
Diariamente son miles de personas que consumen los videojuegos en todo el mundo, algunos por pasatiempo, mientras que otros como un estilo de vida profesional, pero la realidad es que esta industria es una de las más grandes a nivel mundial, muchas veces superado a otras formas de hacer entretenimiento como la televisión o el cine.