Después de dos meses de ansiosa espera para ver a Lionel Messi, la afición de Hong Kong terminó abucheando al astro argentino, ausente por lesión del amistoso de este domingo entre el Inter Miami y un combinado local (4-1).
«Todo el mundo está aquí para ver a Messi, con lo que me siento un poco engañado», dijo a la AFPTV Jonathan Wong, uno de los más de 38,000 asistentes que llenaron con muchas camisetas rosas de Miami y albicelestes de Argentina el estadio de Hong Kong.
No fue hasta el fin del encuentro que el entrenador Gerardo Martino explicó que Messi y Luis Suárez no jugaron porque arrastraban lesiones de los partidos de la gira disputados previamente en Arabia Saudita.
«Entendemos la decepción que tiene la gente, les pedimos disculpas», justificó el veterano técnico argentino.
Desde el anuncio del encuentro, esta ciudad semiautónoma china se rindió a la «Messimanía». Las entradas para el encuentro se agotaron en menos de una hora a pesar de un precio de entre 880 y 4,800 dólares hongkoneses ($112.5 y $614).
Por la ciudad proliferaron carteles rosas, el color del Inter Miami, promocionando el partido con las imágenes de Messi, Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, ninguno de ellos en el once titular.
Casi 40,000 personas asistieron el sábado a una sesión de entrenamiento abierta al público, también de pago, en la que el argentino se mantuvo al margen realizando estiramientos con Suárez.
El domingo ni siquiera se vistió de corto, para enfado del público que cantaba repetidamente «Queremos a Messi, queremos a Messi». Suárez tampoco jugó, aunque calentó un rato en la banda, y Busquets y Alba disputaron media hora.
«Ojalá no hubiera venido»
«Soy fan de Messi desde pequeño y me ha herido mucho esta noche. Estaba muy ilusionado con verlo jugar hoy, iba a ser mi primera vez, con lo que estoy bastante destrozado», aseguró otro asistente, Salar Soltan.
Un joven aficionado llamado Hasshan decía incluso que «ojalá no hubiera venido». «Vinimos por Messi y Messi no estaba aquí. Suárez salió al campo, pero no sé qué hacer. ¿Estiró durante 30 minutos?», se preguntó.
Más comprensivo se mostró Sam Zhang, que viajó desde China continental para el encuentro. «Está bien. Por la naturaleza de las lesiones, no hay mucho que se pueda hacer», dijo.