La Iglesia apostólica primitiva de los fieles cristianos fue desarrollándose a lo largo de la historia con características particulares de acuerdo con su época.
Estamos tan cargados de fanatismo religioso, de falsos pastores y de pseudocientíficos que no nos dejan ver con claridad la verdad del evangelio, como el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz y su resurrección.
Las siete iglesias que se describen en la Biblia, en Apocalipsis capítulos 2 y 3, son las que existían en los tiempos de los apóstoles en la región del Asia. A cada iglesia ahí mencionada se le promete que todos los que venzan tendrán una recompensa; sin embargo, algunos teólogos historiadores consideran que las siete iglesias son las representaciones de diferentes períodos en la historia de la Iglesia. No obstante, aunque se tratare literalmente de iglesias de ese tiempo, también hay un significado espiritual para los creyentes y las iglesias de nuestro tiempo.
El primer propósito de esas cartas o mensajes fue suplir las necesidades espirituales de entonces; y otro propósito que debemos considerar fue el de revelar diferentes tipos de creyentes e iglesias que se iban a desarrollar a lo largo de la historia. Las siete iglesias que menciona el libro del Apocalipsis son Éfeso (2:1-7), la define como la iglesia que había dejado su primer amor; Esmirna (2:8-11), como la iglesia que iba a sufrir persecución; Pérgamo (2:12-17), la iglesia que necesitaba arrepentirse; Tiatira (2:18-29), la iglesia que tenía una falsa profetiza; Sardis (3:1-6), la iglesia que se había quedado dormida; Filadelfia (3:7-13), la iglesia que había perseverado pacientemente; Laodicea (3:14-22), la iglesia con una fe tibia.
Estas siete iglesias poseen un significado espiritual para los creyentes en la actualidad, son cartas que el Señor Jesucristo le transmitió al apóstol Juan y son una verdad que habría de revelarse en todo el período histórico de estas hasta los últimos tiempos.
Muchos pastores han perdido el ambiente espiritual en su congregación, al extremo que cuando el Espíritu Santo se quiere manifestar muchos se sienten incómodos, por cuidarse de la opinión de los religiosos y del mundo. No obstante, en cada época de la Iglesia, Dios ha guardado hombres fieles para sí, siempre habrá un remanente que no se contamina.
En los siglos anteriores se veían grandes esfuerzos religiosos dirigidos por evangelistas como san Agustín, Martín Lutero, Juan Bunyan, Carlos Finney, D. L. Moody, Spurgeon, Yiye Ávila. Estos hombres provocaron grandes movimientos religiosos, cuyo impacto todavía prevalece.
Entre las siete iglesias que menciona el Apocalipsis destaca la Iglesia de Filadelfia. Esta representa el amor fraternal, el amor al prójimo, representa a la verdadera iglesia de Cristo que perdura hasta el fin y será raptada cuando Cristo venga.
En el mundo espiritual, la iglesia de Jesucristo es universal, aunque en el mundo visible hay una gran variedad de iglesias. Debemos considerar que el espíritu de las siete iglesias se manifiesta en cada una de ellas en la actualidad, lo que significa que no todas las iglesias visibles representan la verdadera iglesia universal del Señor Jesucristo, pero en cada iglesia siempre hay un remanente de creyentes fieles que sí la representan y estos son los escogidos del Señor para el rapto venidero y la salvación.
Esto está representado en la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13:24-30, donde el Señor Jesucristo nos enseña lo falso y lo verdadero, donde la siega descubre lo bueno y lo malo, pues la cizaña no lleva fruto. Así, las religiones falsas parecen verdaderas, pero la siega (el juicio de Dios) lo revelará todo.
El Apocalipsis menciona que aquellas iglesias tibias y apóstatas serán vomitadas de su boca e irán a la gran tribulación, solo la iglesia que tenga el amor fraternal será salva.
En Apocalipsis 3:17 dice: «Yo soy rico y me he enriquecido y de ninguna cosa tengo necesidad […]». Hemos visto en los últimos tiempos cantidades de megaiglesias que se volvieron ricas y no tienen necesidad de nada y profesan la teología de la prosperidad, tienen grandes edificios, lujosos y bien equipados, mobiliarios, con músicos bien pagados, pastores con grandes mansiones y algunos con jets privados. Tienen todo lo material, pero hay mucha pobreza espiritual en sus iglesias. ¿Qué excusa ofrecerán estos ministros delante de Cristo por haberle negado la verdad del evangelio a su pueblo?
Cristo debe ser el corazón y la cabeza de la Iglesia, pero el cristianismo de hoy ha dejado afuera a Cristo y ha reemplazado el poder de Dios por organizaciones y clubes, ha dejado de beber el agua de vida y se ha hecho cisterna rota. En Apocalipsis 3:21 dice: «Al que venciere le daré que se siente conmigo en mi trono […]».
Los pastores que en sus iglesias no predican ni practican el amor al prójimo deberían cerrar sus biblias.